"La familia es,
cronológicamente, la primera realidad temporal. Las restantes estructuras
profanas florecen a su sombra, viven de su savia. Anterior en el tiempo a
todas, es manantial fecundo que las vivifica."
PADRE TOMÁS MORALES
20. Con esta concepción de la
libertad, la convivencia social se deteriora profundamente. Si
la promoción del propio yo se entiende en términos de autonomía absoluta, se
llega inevitablemente a la negación del otro, considerado como enemigo de quien
defenderse. De este modo la sociedad se convierte en un conjunto de individuos
colocados unos junto a otros, pero sin vínculos recíprocos: cada cual quiere
afirmarse independientemente de los demás, incluso haciendo prevalecer sus
intereses. Sin embargo, frente a los intereses análogos de los otros, se ve obligado
a buscar cualquier forma de compromiso, si se quiere garantizar a cada uno el
máximo posible de libertad en la sociedad. Así, desaparece toda referencia a
valores comunes y a una verdad absoluta para todos; la vida social se adentra
en las arenas movedizas de un relativismo absoluto. Entonces todo es
pactable, todo es negociable: incluso el primero de los derechos
fundamentales, el de la vida.
Es lo que de hecho sucede también
en el ámbito más propiamente político o estatal: el derecho originario e inalienable
a la vida se pone en discusión o se niega sobre la base de un voto
parlamentario o de la voluntad de una parte —aunque sea mayoritaria— de la
población. Es el resultado nefasto de un relativismo que predomina
incontrovertible: el « derecho » deja de ser tal porque no está ya fundamentado
sólidamente en la inviolable dignidad de la persona, sino que queda sometido a
la voluntad del más fuerte. De este modo la democracia, a pesar de sus reglas,
va por un camino de totalitarismo fundamental. El Estado deja de ser la « casa
común » donde todos pueden vivir según los principios de igualdad fundamental,
y se transforma en Estado tirano, que presume de poder
disponer de la vida de los más débiles e indefensos, desde el niño aún no
nacido hasta el anciano, en nombre de una utilidad pública que no es otra cosa,
en realidad, que el interés de algunos.
Parece que todo acontece en el más
firme respeto de la legalidad, al menos cuando las leyes que permiten el aborto
o la eutanasia son votadas según las, así llamadas, reglas democráticas. Pero
en realidad estamos sólo ante una trágica apariencia de legalidad, donde el
ideal democrático, que es verdaderamente tal cuando reconoce y tutela la
dignidad de toda persona humana, es traicionado en sus mismas
bases: « ¿Cómo es posible hablar todavía de dignidad de toda persona
humana, cuando se permite matar a la más débil e inocente? ¿En nombre de qué
justicia se realiza la más injusta de las discriminaciones entre las personas,
declarando a algunas dignas de ser defendidas, mientras a otras se niega esta
dignidad? ».16 Cuando
se verifican estas condiciones, se han introducido ya los dinamismos que llevan
a la disolución de una auténtica convivencia humana y a la disgregación de la
misma realidad establecida.
Reivindicar
el derecho al aborto, al infanticidio, a la eutanasia, y reconocerlo
legalmente, significa atribuir a la libertad humana un significado
perverso e inicuo: el de un poder absoluto sobre los demás y
contra los demás. Pero ésta es la muerte de la verdadera libertad: «
En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un esclavo » (Jn8,
34).
Intención/motivación
del día
Hola a todos, ruego a Dios por cada uno de los que
se encuentran unidos a esta campaña y que cada vez seamos mas los integrantes.
Yo soy Adriana, soy medico de oídos, nariz y garganta. Soy Ministro
Extraordinario de la Comunión y participo activamente en mi parroquia, igual
que mi familia de 4 personas. ( San Felipe de Jesús Satélite). El
año pasado fue muy duro para mi familia pues mi madre estuvo enferma, fue mal
operada de vías biliares y estuvo en tres hospitales distintos. A pesar
de ser médico, no era mi especialidad y acudí con colegas “eruditos en la
materia” y cuando me di cuenta del hambre de dinero y cero compasión por
mi mama y otros enfermos, decidimos buscar a un medico ético, lo cual costo
mucho trabajo y sinsabores, sin embargo, rezamos mucho y nuestro párroco y
comunidad nos apoyaron en la oración, por lo cual encontramos a un médico leal
y ético y no dejo de luchar con nosotros por mi mami y su restablecimiento.
Dios le concedió pasar su cumpleaños (el 24 de dic del 2014) con nosotros
llena de amor y rodeada de cariño y su familia y la llamó a su presencia
el 27 de enero de este año.
¿Porqué
les cuento esto así? Por tres situaciones:
1. La oracion nos mantuvo
unidos como familia y nunca dejamos a mi madre al cuidado solo de las
enfermeras o una cuidadora, mi hermana y yo siempre la cuidamos y apoyamos,
(éramos las raras del hospital, es decir hay mucho abandono de enfermos).
2. A pesar de ser médico y creyente,
vi como algunos colegas se sirven de decir a la gente “Dios mediante” y
convencen bajo argumentos nada éticos, a que la gente no busque ayuda
espiritual y de otros médicos cuando lo creen conveniente
3. Hubo un medico que nos sugirió
“terminar” con el sufrimiento de mi madre cuando empezó a tener dolores muy
fuertes y se enojaron cuando les dijimos categóricamente que no, que la
enfermedad debía llevar su curso natural aun en esas circunstancias dolorosas,
que se podían usar medicamentos para el dolor, no para terminar con la vida.
Lo que hicimos es que cada mes iba un sacerdote a ungir a mi madre y
tratamos de que comulgara la mayor cantidad de veces posibles. Éramos mal
vistos por esa situación, pero el Espíritu Santo jamás nos abandonó.
4. Pidamos por todos los enfermos
terminales, pero sobre todo por quienes los cuidan o “deciden” si deben o no
terminar con el dolor de sus seres queridos y que se decidan por la unción, la
comunión, el apoyo espiritual y claro los medicamentos que les ayuden con el
dolor, no a terminar con la vida.
5. La ultima campaña del año
pasado me toco rezarla en el hospital cuidando a mi mama y eso y la oración de
mi comunidad y el apoyo del sacerdote nos dio ánimos y a mi mama también para
llegar hasta el final.
6. Sí se puede, Dios no nos dejó
desfallecer y debemos rezar por los que están aislados en los hospitales para
que Dios les ayude a no tomar malas decisiones contra la vida en situaciones
terminales dolorosas.
7. Dios los bendiga siempre. El leerlos siempre
es para mi un motivo de amor y gusto y es como saber de nuestra familia pues
somos hermanos en Cristo y luchamos por la misma causa, LA VIDA QUE DIOS NOS
DIO PARA VIVIRLA Y VIVIRLA UNIDOS A EL.
ORACIÓN
POR LA VIDA
Oh María, aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira Madre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil
vivir,
de hombres y mujeres víctimas de
violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una
presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo
sepan anunciar
con firmeza y amor a los hombres de
nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como
don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con
solícita constancia,
para construir, junto con todos los
hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del
amor,
para alabanza y gloria de Dios
Creador
y amante de la vida.
Amén
Juan Pablo II
Encíclica: Evangelium Vitae sobre el
Valor y el Carácter Inviolable de la Vida Humana
ORACIÓN
ECUMÉNICA
OH Señor, a Ti confiamos la causa de
la vida:
mira, Padre el número inmenso de
niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil
vivir,
de hombres y mujeres víctimas de
violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una
presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo
sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo el
Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como
don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con
solícita constancia,
para construir, junto con todos los
hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del
amor,
para alabanza y gloria de tu Nombre.
Amén
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La oración nos une, Irma, y nos fortalece. Y el compartir fortalece nuestra fe. Aunque no lo apreciemos, nuestros testimonios no caen en saco vacío. El Espíritu de Dios hace que dé sus frutos.
ResponderEliminarSí, hay que luchar por la vida. No sólo por los niños que viven en el seno de sus madres, sino también por los que peregrinan en la tierra hacia la Casa del Padre.
Detrás del aborto querrán, de hecho ya lo hacen, implantar como algo natural la eutanasia, y debemos decir que no, que la muerte es el momento más glorioso del ser humano, pues es la cita del encuentro definitivo con Dios, y merece y necesita vivirse aceptando la Voluntad de Dios.
Un fuerte abrazo en Xto. Jesús.