Hemos sido creados para vivir. Pero, no para unos cuantos años sino para siempre. Nuestro Padre Dios nos ha dado la vida para que vivamos eternamente. Y ese es nuestro camino por este mundo. Siendo un don de nuestro Padre Dios nadie nos lo puede quitar. La vida es, junto a la libertad, nuestros grandes derechos. Nadie nos puede privar de ellos y menos abolirlos.
Y esto, que decimos y gritamos desde este humilde blog, no solo es un derecho sino que está grabado en el corazón de todos los hombres. Incluso, aquellos que lo violan saben que hacen mal y que no tienen derecho a quitarle la vida a nadie. Menos a esos niños nacidos ya en gestación en el vientre de sus madres. Tampoco las madres tienen derecho a decidir sobre la vida de sus hijos. Son, desde el momento de la concepción, hijos de Dios y diferentes de sus madres, aunque dependan y estén todavía dentro de ellas.
No hay justificaciones de ninguna clase. Una vez nacidos ya en gestación, si no se aceptan o no se quieren, se puede poner en manos de quienes libreme y voluntariamente y sin condiciones los acogen. Hay muchas madres y asociaciones que les abren sus puertas y acogida. Hacer lo contrario, aunque la ley injusta y falsa lo apruebe, es un crimen. Más grande todavía por el añadido de que es un inocente. Y aunque el mundo no lo quiera ver y lo permita, Dios, el Creador de esas criaturas si lo está viendo. Y será Él que decidirá y juzgará. Nosotros solo decimos en su Nombre que la vida es un don que nuestro Padre Dios nos ha dado y nadie puede arrogarse el derecho de matarla.