40 días por la vida
Segunda jornada 2014
24 de septiembre al 2 de noviembre
“Ante
todo se trata de anunciar el núcleo de este Evangelio. Es anuncio de un Dios
vivo y cercano, que nos llama a una profunda comunión con El y nos abre a la
esperanza segura de la vida eterna; es afirmación del vínculo indivisible que
fluye entre la persona, su vida y su corporeidad; es presentación de la vida
humana como vida de relación, don de Dios, fruto y signo de su amor; es
proclamación de la extraordinaria relación de Jesús con cada hombre, que
permite reconocer en cada rostro humano el rostro de Cristo; es manifestación
del «don sincero de sí mismo» como tarea y lugar de realización plena de la
propia libertad”.
SAN JUAN PABLO II
Encíclica Evangelium vitae
Bolivia_Elisa Lanza Sevilla - elilanza17@hotmail.com
Reflexión
ABORTO, VERDAD Y BIOÉTICA
César
Nombela | Fuente: Bioeticaweb
La
reciente propuesta de los bioeticistas Giublini y Minerva en la revista
británica Journal of Medical Ethics, que justificaría el infanticidio en
algunos casos, rompe todos los diques de contención de lo que cabía imaginar en
relación con las obligaciones del hombre con sus semejantes. Aquí sí que cabe
experimentar la sensación que Habermas ha denominado de «vértigo que tenemos
cuando el suelo que creíamos seguro se escurre bajo nuestros pies». Sin
embargo, no cabe olvidar que el artículo de los referidos autores supone
confrontar a muchos de los que justifican el aborto provocado con lo que sería
una extensión lógica de sus argumentos.
El
avance en el conocimiento ha sido inseparable de la capacidad del hombre de
efectuar juicios de valor sobre sus propias acciones. Se impone por tanto una
consideración del hombre en su perspectiva moral. Destello de este avance de la
especie humana es la aceptación de los derechos de todos, que culmina en la
propuesta del amor al semejante, como expresión de la plenitud de lo humano,
que para muchos de nosotros solo puede tener un fundamento en una visión trascendente
de la vida del hombre. Con el desarrollo de las ciencias de la vida, el hombre
ha podido profundizar en su propia naturaleza biológica, una dimensión
fundamental de la existencia de todos nosotros. El valor de cada ser humano, la
consideración de los derechos de todos, han llegado a ser algo establecido de
lo que no cabe prescindir sin violentar normas.
Pero
la libertad del hombre, a la hora de pensar, proponer o actuar, también está
presente en todo el recorrido de la Humanidad. Por ello, los avances en la
consideración del valor del ser humano nunca han tenido lugar en circunstancias
exentas de riesgo. Hace apenas cuatro décadas que comenzó a utilizarse el
término bioética, para referirse a las obligaciones del ser humano con el mundo
de lo vivo (Potter). Las posibilidades crecientes de la biomedicina y la
atención sanitaria al servicio del hombre demandan que la práctica
científico-médica se atenga a una forma correcta de obrar; por eso la bioética
resulta esencial.
En
esta confrontación, es frecuente retorcer el lenguaje, para justificar acciones
que atentarían contra la propia naturaleza humana, entendida desde sus
fundamentos científicos. Expresiones como «interrupción voluntaria del
embarazo», para referirse a la ruptura violenta del proceso de gestación y de
comunicación madre-feto, o «vidas que valga la pena ser vividas», atribuyendo a
un tercero la decisión de si alguien tiene derecho a vivir, suponen una forma
de rebajar el alcance moral de actuaciones que antaño fueron consideradas como atentatorias
contra la ética. De ahí que Fukuyama haya alertado contra los bioeticistas
sofisticados y sofistas, que consideran que su papel es buscar justificación a
cualquier cosa. Diego Gracia admite, de manera muy descarnada, la situación
trágica de una ética abocada al conflicto, con frecuencia solo resoluble a
través de pactos o componendas.
La
fría argumentación de Giublini y Minerva nos confronta a todos con la verdad de
lo que se esconde detrás del aborto provocado. Si un feto puede ser eliminado
por defectos de salud o incluso por decisión de la madre, que no quiere aceptar
los costes psicológicos, económicos o sociales que conlleva su maternidad, lo
mismo cabría hacer con el recién nacido. Al fin y al cabo, la propia capacidad
de sobrevivir fuera del seno materno la tiene el feto bastante antes del
alumbramiento. De ahí, también, que estos autores legitimen el infanticidio en
los casos en que los test prenatales fallaron para detectar alteraciones de
salud, o, incluso, que piensen que la madre puede estar legitimada para acabar
con la vida del recién nacido, cuando sus circunstancias cambiaron tras la
etapa en que aceptó proseguir con su embarazo. El lector que aguante la náusea
que provoca la lectura del artículo también encontrará apoyo para la tesis del
infanticidio si la madre alega graves inconvenientes psicológicos para dar a su
hijo en adopción.
Motivación del día
CARTA DE UN ALMA QUE ENCUENTRA LA LUZ DE
LA RECONCILIACION
19 Agosto de 2014
"El
mes de marzo del presente conocí proyecto Raquel. En ese tiempo estaba llena de
preguntas sin saber a quién acudir y a la vez sentía impotencia. ¿Cómo era
posible que los propios familiares puedan esconder tantas cosas sin pensar en
las consecuencias? Entender que los padres callan por amor resultaba una
tortura. Esta tortura encuentra sentido y alivio cuando ahora me hago las
siguientes preguntas:
1.-
¿Por qué callaron que no tenía que tener hijos por mi salud entre otras cosas?
2.-
¿Cómo no me di cuenta de los nervios y rencores que abundaban en mi familia?
3.-
¿Por qué mis familiares no hicieron algo al respecto para ayudar a mis papás y
así evitar tantas cosas?.
4.-
¿Dónde se supone que está ese Dios que tanto pregonan? Encuentran la respuesta:
1.- 2.- 3.- 4.- Perdonar, olvidar y amar es posible, cuando se entiende que la
otra parte sólo lo hizo por amor aunque haya provocado daño. Cambiar el pasado
se puede…valorando los recuerdos buenos y honrando los tristes recuerdos.
Viviendo con dignidad, a modo de homenaje para quienes ya no pueden hacer mucho
y por quienes todavía podemos respirar. Esta respuesta la pude encontrar
acompañada por proyecto Raquel. El camino estará más lleno de espinas que antes
quizás, con la diferencia que esta vez ya se sabe que protegen a la rosa, esa
flor que representa la belleza de la vida. Ese Dios del cual tanto pregonan
siempre estuvo ahí. Un papá que permaneció en silencio mirándome y abrazándome,
al cual no podía escuchar porque yo lloraba y me quejaba. Dios no abandona,
nada mas estaba tan triste creyendo que no me amaba que lo miraba desde las
sombras...Creo que ahora estamos abrazados mirando la luz en pleno claro.”
Oración del día
Gracias Señor por
tu bondad por tu gran amor, gracias por tocar con tu mano amorosa los
corazones, las mentes y las almas de tantas personas heridas cruelmente por el
flagelo del aborto, gracias porque tu les muestras la luz y el perdón, haz
que siempre encuentren manos generosas que las acojan y acompañen en su
dolor hasta que seas Tu mismo quien las abrase y les haga sentir tu
Misericordia por toda la eternidad. Amén
ORACIÓN POR LA VIDA
Oh María, aurora del
mundo nuevo,
Madre de los
vivientes,
a Ti confiamos la
causa de la vida:
mira Madre el número
inmenso de niños
a quienes se impide
nacer,
de pobres a quienes
se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres
víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y
enfermos muertos
a causa de la
indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen
en tu hijo sepan anunciar
con firmeza y amor a
los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la
vida.
Alcánzales la gracia
de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de
testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto
con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la
verdad y del amor,
para alabanza y
gloria de Dios Creador
y amante de la vida.
Amén
Juan Pablo II
Encíclica: Evangelium Vitae
sobre el Valor y el Carácter Inviolable de la Vida Humana
ORACIÓN ECUMÉNICA
OH Señor, a Ti
confiamos la causa de la vida:
mira, Padre el número
inmenso de niños
a quienes se impide
nacer,
de pobres a quienes
se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres
víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y
enfermos muertos
a causa de la
indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen
en tu hijo sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de
nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia
de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de
testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto
con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la
verdad y del amor,
para alabanza y
gloria de tu Nombre.
Amén
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