Cuarenta días por la Vida
13 de Febrero al 24 de Marzo 2010
Día 15, sábado, 27 de febrero de 2010
"El don de la oración está en manos del Salvador. Cuanto más té vacíes de ti mismo, es decir, de tu amor propio y de toda atadura carnal, entrando en la santa humildad, más lo comunicará Dios a tu corazón".
SAN PÍO DE PIELTRECINA
Reflexión
El aborto terapéutico es la antesala del aborto y de la eutanasia. Los promotores del aborto lo saben, y por eso están empeñados en que se legalice.
Intención del día
Oremos por todos los hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana y por sus flageladores, para que se acojan al Corazón Misericordioso del Padre.
Motivación del día
Saul Castiblanco castlewhite@gmail.com
"Defender la verdad, proponerla con humildad y convicción y testimoniarla en la vida son formas exigentes e insustituibles de caridad. Ésta «goza con la verdad» (1 Co 13,6)" Benedicto XVI Caritas in Veritate.
La verdad es sobre todo Cristo. Cuando Cristo esté en el fondo de los corazones, en los deseos de todos los hombres, reinará la verdad y con ella el respeto a la vida humana.
En el fondo de los ataques a la vida no existe un mero problema de ignorancia. Hay es sobre todo una cesión al mal, un mal que es dinámico, que es dominante, que es procesivo, que es interno a todo hombre y que puede llegar a obnubilar las conciencias. Es la ley de la carne que lucha contra la ley del espíritu, que podríamos llamar la ley de la lógica. Por ello muchas veces no basta una campaña de esclarecimiento, fundada en la razón.. La persona llevada por sus malas tendencias no aceptará la verdad aunque esta sea "de a puño". La matanza de los Santos Inocentes fue motivada por un espíritu dominado por la corrupción. Herodes mató a la "voz que clama en el desierto", aunque sabía que era una suma injusticia. Más pudo un corazón corrupto que la voz interna en su conciencia de la verdad.
Sin embargo, lo que no puede la lógica sí lo puede Cristo.
Su voz que penetra en el fondo de los corazones puede llevar el consuelo a todos aquellos que sufren. A todos aquellos que creen que mintiéndose a sí mismos pueden encontrar la tranquilidad, la paz. A todos aquellos que buscan la felicidad en la lejanía de Él. A todos aquellos que en lugar de aceptar su "yugo suave y su carga ligera", prefieren cargarse con el peso gigantesco de los falsos caminos alejados de Dios.
En la lucha por la vida, todo hay por hacer, y hay que hacerlo. Entretanto, una cosa es ineludible:Omnia instaurare in Christo. Restaurar todo en Cristo. Sin fanatismos pero sin complejos. Con la convicción de que llevar a Cristo al Estado, a la familia, a la persona es el mayor bien que se puede hacer. No es solo el Derecho Natural. Antes de venir Cristo ya Dios había dado sus normas en el Sinaí. Pero ellas no habían bastado, y el mundo se había obscurecido, también la protección a la vida.
Con Cristo la vida alcanzó una dignidad que nunca soñó. Como efecto de la doctrina cristiana desapareció la esclavitud, se inició el reconocimiento progresivo de la dignidad de la mujer. Cuando un imperio ya evangelilzado se descristianizó, regresaron los atentados en masa a la vida. Con la restauración de Cristo en los corazones la luz volvió a brillar la luz. La historia se repite...
¿Y que es Cristo en nuestros días? Es el reinado de la doctrina cristiana, y el despliegue inédito de la acción de su continuadora, la Iglesia. Como decía un autor contemporáneo: Es sentir como la Iglesia siente, pensar como ella, actuar como ella quiere que actuemos en todos los instantes de nuestra vida. Ello supone el sacrificio de una existencia entera, una total entrega. Nobleza obliga. ¿Pero cuál es el premio? Christianus alter Christus: Como vivas copias de Jesucristo, seremos verdaderos portadores de la luz que vino al mundo, la luz de la vida.
La verdad es sobre todo Cristo. Cuando Cristo esté en el fondo de los corazones, en los deseos de todos los hombres, reinará la verdad y con ella el respeto a la vida humana.
En el fondo de los ataques a la vida no existe un mero problema de ignorancia. Hay es sobre todo una cesión al mal, un mal que es dinámico, que es dominante, que es procesivo, que es interno a todo hombre y que puede llegar a obnubilar las conciencias. Es la ley de la carne que lucha contra la ley del espíritu, que podríamos llamar la ley de la lógica. Por ello muchas veces no basta una campaña de esclarecimiento, fundada en la razón.. La persona llevada por sus malas tendencias no aceptará la verdad aunque esta sea "de a puño". La matanza de los Santos Inocentes fue motivada por un espíritu dominado por la corrupción. Herodes mató a la "voz que clama en el desierto", aunque sabía que era una suma injusticia. Más pudo un corazón corrupto que la voz interna en su conciencia de la verdad.
Sin embargo, lo que no puede la lógica sí lo puede Cristo.
Su voz que penetra en el fondo de los corazones puede llevar el consuelo a todos aquellos que sufren. A todos aquellos que creen que mintiéndose a sí mismos pueden encontrar la tranquilidad, la paz. A todos aquellos que buscan la felicidad en la lejanía de Él. A todos aquellos que en lugar de aceptar su "yugo suave y su carga ligera", prefieren cargarse con el peso gigantesco de los falsos caminos alejados de Dios.
En la lucha por la vida, todo hay por hacer, y hay que hacerlo. Entretanto, una cosa es ineludible:Omnia instaurare in Christo. Restaurar todo en Cristo. Sin fanatismos pero sin complejos. Con la convicción de que llevar a Cristo al Estado, a la familia, a la persona es el mayor bien que se puede hacer. No es solo el Derecho Natural. Antes de venir Cristo ya Dios había dado sus normas en el Sinaí. Pero ellas no habían bastado, y el mundo se había obscurecido, también la protección a la vida.
Con Cristo la vida alcanzó una dignidad que nunca soñó. Como efecto de la doctrina cristiana desapareció la esclavitud, se inició el reconocimiento progresivo de la dignidad de la mujer. Cuando un imperio ya evangelilzado se descristianizó, regresaron los atentados en masa a la vida. Con la restauración de Cristo en los corazones la luz volvió a brillar la luz. La historia se repite...
¿Y que es Cristo en nuestros días? Es el reinado de la doctrina cristiana, y el despliegue inédito de la acción de su continuadora, la Iglesia. Como decía un autor contemporáneo: Es sentir como la Iglesia siente, pensar como ella, actuar como ella quiere que actuemos en todos los instantes de nuestra vida. Ello supone el sacrificio de una existencia entera, una total entrega. Nobleza obliga. ¿Pero cuál es el premio? Christianus alter Christus: Como vivas copias de Jesucristo, seremos verdaderos portadores de la luz que vino al mundo, la luz de la vida.
Oración para todos los días
ORACIÓN ECUMÉNICA
OH Señor,a Ti confiamos la causa de la vida:
mira, Padre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de tu Nombre.
Amén
ORACIÓN POR LA VIDA
Oh María, aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira Madre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar
con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador
y amante de la vida.
Amén
Juan Pablo II
Encíclica: Evangelium Vitae sobre el Valor y el Carácter Inviolablede la Vida Humana
Enlaces de interés:
Oraciones en otros idiomas (inglés, italiano, finlandés)
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