Cuarenta días por la Vida
13 de Febrero al 24 de Marzo 2013
Día 31 – 15/3/2013
" La paz en la tierra, suprema aspiración de toda la humanidad a través de
la historia, es indudable que no puede establecerse ni consolidarse si no se
respeta fielmente el orden establecido por Dios"
Beato Juan XXIII (Angelo Giuseppe Roncalli)
Reflexión
Al meditar sobre la muerte de
Cristo, recordemos las muchas mujeres que han muerto por causa de los supuestos
"abortos seguros y legales".
Oración del día
Divino Niño Jesús, te pedimos que quites del corazón del
mundo el deseo de cometer el pecado del aborto. Quita el velo del
engaño que Satanás ha puesto en los corazones, el cual presenta a la
promiscuidad como una libertad; y revela Niño Divino lo que en realidad es: una
esclavitud al pecado.
Coloca en el corazón del mundo un renovado respeto por la vida desde el momento de la concepción. Amén.”
Motivación del día
25
de marzo día nacional del niño por nacer en Nicaragua
El
25 de Enero del año 2000 fue aprobado el
DECRETO No. 10-2000,
publicado en La Gaceta No. 21 del 31 de Enero del 2000 por el entonces Presidente de
la Republica de Nicaragua, Dr. Arnoldo Alemán Lacayo,
declarando el día 25 de marzo de cada año como “Día Nacional del Niño por
Nacer”.
Sin duda que el Día del
Niño por Nacer en Nicaragua tiene una significación profundamente católica,
pues para celebrarlo se escogió a propósito la fecha de la Anunciación del
Arcángel Gabriel a la joven Virgen María de Nazareth. Este momento culmen en la
historia de la salvación dará como resultado 40 semanas después el Nacimiento
del Niño Jesús en Belén.
Sin embargo, la celebración mundial del Día del
Niño por Nacer tiene también un esencial sentido ético, jurídico y científico.
1) Ético,
porque la defensa y la protección de la vida del niño que todavía no ha nacido,
significa que nadie puede arrogarse la potestad de decidir cuáles criaturas
humanas podrán seguir viviendo en el seno de la madre y cuáles no.
2) Jurídico,
porque de acuerdo con la doctrina universal de los derechos humanos la vida
humana comienza desde la concepción, y a partir de ese instante tiene que ser
preservada.
3) Científico, porque la ciencia ha confirmado que
el niño por nacer es una persona humana como cualquier otra, solo que más
indefensa porque aún se encuentra en el vientre materno.
En efecto, como expresó el eminente científico francés Jerome Lejeune, (1926-1994) doctor en
medicina y en ciencias por la Universidad de La Sorbona, de París, fundador de
la Patología Cromosómica Humana, profesor de Genética Fundamental y Premio
Kennedy 1962, afirmó: “El embrión es un hombre. Cada uno de nosotros tiene un
comienzo muy preciso en el momento de la concepción”.
Fue uno de los mayores
genetistas de la historia, hoy en proceso de beatificación.
Invitado por el Senado de
Francia hace unos veinte años, para que ofreciese su documentada opinión sobre
el tema del aborto. Una de las opiniones fuertemente arraigada en dicha cámara,
era la que sostenía que hay embarazos que deben ser interrumpidos, cuando los
antecedentes o el pronóstico parecen ser irreversiblemente malos.
Cuando se le otorgó la palabra
al Dr. Lejeune, planteó un caso:
"Tenemos —dijo— un matrimonio en el que
el marido es sifilítico terciario incurable, y además decididamente alcohólico.
La mujer está desnutrida y sufre tuberculosis avanzada. El primer hijo de esa
pareja muere al nacer; el segundo sobrevive, pero con serios defectos
congénitos. Al tercer hijo le ocurre lo mismo y se le suma el hecho de ser
infradotado mentalmente. La mujer queda embarazada por cuarta vez. ¿Qué
aconsejan ustedes hacer en un caso así?". Un senador del bloque socialista
manifestó categóricamente que la única solución para evitar males mayores, era
practicar un "aborto terapéutico" inmediato. Lejeune hizo un largo y
notorio silencio; bajó la cabeza por unos segundos en medio de su expectante
mutismo; volvió a alzarla y dijo: "Señores Senadores, pónganse de pie,
porque este caballero acaba de matar a Ludwig van Beethoven".
El decreto presidencial que instituyó en Nicaragua
la celebración del Día del Niño por Nacer fue fundamentado en el artículo 23 de
la Constitución nacional, el cual establece que “el derecho a la vida es
inviolable e inherente a la persona humana. En Nicaragua no hay pena de
muerte”. En consecuencia, en dicho decreto presidencial se señala que “la vida
humana necesita de cuidado y protección especiales, tanto antes como después
del nacimiento”, y define “como una de sus prioridades velar por el desarrollo integral
de las personas por nacer”. Y además, aquel decreto de ley reconoce o proclama
que “el derecho a la vida, inherente a cada uno de los habitantes de la nación
y del mundo, constituye el eje principal de los derechos humanos y por tanto
merece la decidida atención del Estado, sus instituciones y de toda la sociedad
nicaragüense”.
Cabe señalar que la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, la cual fue proclamada por la Organización de Naciones Unidas
(ONU) en diciembre de 1948, no menciona explícitamente a los niños por nacer.
Pero los incluye de manera implícita, al decir en su Artículo 3º que “todo
individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de la
persona”. Por su parte, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, también
conocida como Pacto de San José — que fue aprobada en noviembre de 1969 e
igualmente es parte de la Constitución Política de Nicaragua— sí establece
claramente en su artículo 4, que “toda persona tiene derecho a que se respete
su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del
momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente”.
Y en el concepto nadie está comprendido también, sin dudas de ninguna clase, el
niño que desde la concepción se encuentra en el seno materno y tiene derecho a
la vida igual que todos los demás seres humanos.
ORACIÓN ECUMÉNICA
OH
Señor, a Ti confiamos la causa de la vida:
mira,
Padre el número inmenso de niños
a
quienes se impide nacer,
de
pobres a quienes se hace difícil vivir,
de
hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de
ancianos y enfermos muertos
a
causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz
que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con firmeza y amor
a
los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales
la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la
alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la
valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para
construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la
civilización de la verdad y del amor,
para
alabanza y gloria de tu Nombre.
Amén
ORACIÓN POR LA
VIDA
Oh María, aurora
del mundo nuevo,
Madre de los
vivientes,
a Ti confiamos
la causa de la vida:
mira Madre el número
inmenso de niños
a quienes se
impide nacer,
de pobres a
quienes se hace difícil vivir,
de hombres y
mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y
enfermos muertos
a causa de la
indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes
creen en tu hijo sepan anunciar
con firmeza y
amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de
la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de
testimoniarlo con solícita constancia,
para construir,
junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización
de la verdad y del amor,
para alabanza y
gloria de Dios Creador
y amante de la
vida.
Amén
Juan Pablo II
Encíclica:
Evangelium Vitae sobre el Valor y el Carácter Inviolable de la Vida Humana
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