"La libertad de creencias
nunca debe ser interpretada como libertad para destruir a otros."
PADRE FRANK PAVONE
« He de
esconderme de tu presencia » (Gn 4, 14): eclipse del sentido de Dios y del hombre
22. Por esto, cuando se pierde el
sentido de Dios, también el sentido del hombre queda amenazado y contaminado,
como afirma lapidariamente el Concilio Vaticano II: « La criatura sin el
Creador desaparece... Más aún, por el olvido de Dios la propia criatura queda oscurecida
».17 El
hombre no puede ya entenderse como « misteriosamente otro » respecto a las
demás criaturas terrenas; se considera como uno de tantos seres vivientes, como
un organismo que, a lo sumo, ha alcanzado un estadio de perfección muy elevado.
Encerrado en el restringido horizonte de su materialidad, se reduce de este
modo a « una cosa », y ya no percibe el carácter trascendente de su « existir
como hombre ». No considera ya la vida como un don espléndido de Dios, una
realidad « sagrada » confiada a su responsabilidad y, por tanto, a su custodia
amorosa, a su « veneración ». La vida llega a ser simplemente « una cosa », que
el hombre reivindica como su propiedad exclusiva, totalmente dominable y
manipulable.
Así, ante la vida que nace y la
vida que muere, el hombre ya no es capaz de dejarse interrogar sobre el sentido
más auténtico de su existencia, asumiendo con verdadera libertad estos momentos
cruciales de su propio « existir ». Se preocupa sólo del « hacer » y,
recurriendo a cualquier forma de tecnología, se afana por programar, controlar
y dominar el nacimiento y la muerte. Estas, de experiencias originarias que
requieren ser « vividas », pasan a ser cosas que simplemente se pretenden «
poseer » o « rechazar ».
Por otra parte, una vez excluida
la referencia a Dios, no sorprende que el sentido de todas las cosas resulte
profundamente deformado, y la misma naturaleza, que ya no es « mater », quede
reducida a « material » disponible a todas las manipulaciones. A esto parece
conducir una cierta racionalidad técnico-científica, dominante en la cultura
contemporánea, que niega la idea misma de una verdad de la creación que hay que
reconocer o de un designio de Dios sobre la vida que hay que respetar. Esto no
es menos verdad, cuando la angustia por los resultados de esta « libertad sin
ley » lleva a algunos a la postura opuesta de una « ley sin libertad », como
sucede, por ejemplo, en ideologías que contestan la legitimidad de cualquier
intervención sobre la naturaleza, como en nombre de una « divinización » suya,
que una vez más desconoce su dependencia del designio del Creador.
En
realidad, viviendo « como si Dios no existiera », el hombre pierde no sólo el
misterio de Dios, sino también el del mundo y el de su propio ser.
Intención/motivación
del día
2015 AÑO DE LA FAMILIA
FAMILIA, ABRE TU CORAZÓN A LA
PAZ Y A LA RECONCILIACIÓN
|
2015 VIII ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS
FAMILIAS:
Tema del encuentro: El amor es nuestra
misión. La Familia Plenamente Viva.
La
familia como santuario de la vida, debe ser el ámbito donde se proteja y
desarrolle la vida, se viva una clara conciencia de la misión de la paternidad
y maternidad responsables, y se eduque en el recto sentido del desarrollo y
promoción humana desde la justicia. Toda verdadera promoción humana empieza por
la valoración de la dignidad de la persona humana y sus derechos, y la vida es
la primera expresión y el primer derecho que se debe tutelar y promover.
El documento de Santo Domingo es una clara invitación a
proteger y promover los valores familiares, recordándonos que es en la familia
donde se ponen los fundamentos de toda promoción humana auténtica. Reiterando
que el matrimonio es una vocación de Dios y un camino de santidad.
El concepto de la vida está estrechamente
relacionado con el concepto de amor. La
familia sana , es el lugar donde la persona es concebida dignamente. El
hijo nace del amor de los padres y es invitado a participar en su comunión de
amor.
Para
volver a hacer creíble el amor fiel y el aprecio de la vida humana en todo su
desarrollo hemos de saber vivirlo y saber construir una verdadera cultura de la
familia y de la vida. Este es el
desafío que se abre a la nueva evangelización
en la que se les permita devolver
a las familias su capacidad de construirse en medio de circunstancias a
veces adversas, hacerlas conscientes del propio protagonismo en la comunión de
personas que quieren vivir y del modo como su amor mutuo hace surgir una
variedad de iniciativas para llevarlas a cabo. Es necesario que todos los hombres y
mujeres de nuestro tiempo seamos
conscientes de que estamos
convocados a colaborar en esta tan noble como indispensable tarea.
El
testimonio de lo que es una familia
sana, -según el proyecto de Dios-, se convierte en un insustituible esfuerzo
por mantener vivo un compromiso de unidad y de comunión, y por consiguiente,
una posibilidad de vivir con plenitud y satisfacción la más grande experiencia
de la vida: el amor, el amor que
vivifica.
La familia sana es el
fundamento de una sociedad libre y justa. En cambio la enferma descompone el
tejido humano de la sociedad.
ORACIÓN DEL VIII ENCUENTRO DE FAMILIAS-
2015
“Dios y Padre de todos nosotros, en Jesús, tu Hijo y nuestro Salvador,
nos has hecho tus hijos e hijas en la familia de la Iglesia.
Que tu gracia y amor ayuden a nuestras familias
en cualquier parte del mundo a estar en unión con las demás en fidelidad
al Evangelio.
Que el ejemplo de la Sagrada Familia, con la ayuda de tu Espíritu Santo,
guíe a todas las familias, especialmente las más atribuladas, a ser
casas de comunión y oración
y a buscar siempre tu verdad y vida en tu amor.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.
¡Jesús, María y
José, ruega por nosotros!”
ORACIÓN
POR LA VIDA
Oh María, aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira Madre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil
vivir,
de hombres y mujeres víctimas de
violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una
presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo
sepan anunciar
con firmeza y amor a los hombres de
nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como
don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con
solícita constancia,
para construir, junto con todos los
hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del
amor,
para alabanza y gloria de Dios
Creador
y amante de la vida.
Amén
Juan Pablo II
Encíclica: Evangelium Vitae sobre el
Valor y el Carácter Inviolable de la Vida Humana
ORACIÓN
ECUMÉNICA
OH Señor, a Ti confiamos la causa de
la vida:
mira, Padre el número inmenso de
niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil
vivir,
de hombres y mujeres víctimas de
violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una
presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo
sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo el
Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como
don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con
solícita constancia,
para construir, junto con todos los
hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del
amor,
para alabanza y gloria de tu Nombre.
Amén
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