Cuarenta días por la Vida
25 de Setiembre al 3 de Noviembre 2013
Día 16 – 10/10/2013
Honduras_María Elena
de Quan
"El Paraíso no está hecho
para los vagos".
SAN JUAN BOSCO
Reflexión
Jesús no fue condenado por el
poder de la gente malvada. Él fue condenado por el silencio de la gente buena.
El silencio siempre ayuda al opresor, nunca a la víctima..
Oración
del día
Oremos por las madres y padres de
los niños abortados. Hay tantos que sufren la pena, el dolor y el arrepentimiento
de haber tomado esa decisión que es irrevocable. Hay tantos que sufren en
silencio, porque otros les dijeron que era lo normal y que no era gran cosa..
Motivación
del día
Durante
la misa celebrada en el marco de la Jornada de la Encíclica EVANGELIUM VITAE,
el Papa Francisco nos decía: “Digamos sí a la vida y no a la muerte, digamos sí
a la libertad y no a la esclavitud de tantos ídolos de nuestro tiempo; en una
palabra, digamos sí a Dios, que es amor, vida y libertad, y nunca defrauda”.
Al
igual que el Beato Juan Pablo II, creador de esta encíclica, el Papa Francisco
nos invitó a anunciar el Evangelio de la Vida, y recordó que “Jesús es la
encarnación del Dios vivo, el que trae la vida ante tantas obras de muerte,
ante el pecado, el egoísmo, el cerrarse en sí mismos. Jesús acoge, ama,
levanta, anima, perdona y da nuevamente la fuerza para caminar, devuelve la
vida”.
El Papa continuó su meditación, “¿Qué es esta vida? Es la vida misma de Dios. Y ¿quién nos introduce en esta vida? El Espíritu Santo, el don de Cristo resucitado. Es él quien nos introduce en la vida divina como verdaderos hijos de Dios, como hijos en el Hijo unigénito, Jesucristo. ¿Estamos abiertos nosotros al Espíritu Santo? ¿Nos dejamos guiar por él?”.
Y
sigue el Santo Padre: “El cristiano es un hombre espiritual, y esto no
significa que sea una persona que vive «en las nubes», fuera de la realidad
como si fuera un fantasma, no. El cristiano es una persona que piensa y actúa
en la vida cotidiana según Dios, una persona que deja que su vida sea animada,
alimentada por el Espíritu Santo, para que sea plena, propia de verdaderos
hijos. Y eso significa realismo y fecundidad. Quien se deja guiar por el
Espíritu Santo es realista, sabe cómo medir y evaluar la realidad, y también es
fecundo: su vida engendra vida a su alrededor”.
El Papa recordó que Dios es ante todo misericordioso, “tal vez nos parece un juez severo, como alguien que limita nuestra libertad de vivir. Pero toda la Escritura nos recuerda que Dios es el Viviente, el que da la vida y que indica la senda de la vida plena”.
Pero “pienso
también en el don de los Diez Mandamientos: una vía que Dios nos indica para
una vida verdaderamente libre, para una vida plena; no son un himno al 'no' -
no debes hacer esto ¡no! Son más bien un himno al 'sí' a Dios, al Amor, a la
Vida”.
ORACIÓN POR LA VIDA
Oh María, aurora
del mundo nuevo,
Madre de los
vivientes,
a Ti confiamos
la causa de la vida:
mira Madre el
número inmenso de niños
a quienes se
impide nacer,
de pobres a
quienes se hace difícil vivir,
de hombres y
mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y
enfermos muertos
a causa de la
indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes
creen en tu hijo sepan anunciar
con firmeza y
amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de
la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de
testimoniarlo con solícita constancia,
para construir,
junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización
de la verdad y del amor,
para alabanza y
gloria de Dios Creador
y amante de la
vida.
Amén
Juan Pablo II
Encíclica:
Evangelium Vitae sobre el Valor y el Carácter Inviolable de la Vida Humana
ORACIÓN ECUMÉNICA
OH
Señor, a Ti confiamos la causa de la vida:
mira,
Padre el número inmenso de niños
a
quienes se impide nacer,
de
pobres a quienes se hace difícil vivir,
de
hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de
ancianos y enfermos muertos
a
causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz
que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con firmeza y amor
a
los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales
la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la
alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la
valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para
construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la
civilización de la verdad y del amor,
para
alabanza y gloria de tu Nombre.
Amén
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