porque ya hemos dado otro paso más. Ahora ya no nos contentamos con la gozosa noticia de tener la dicha de esperar la llegada de un hijo, sino que hay que asegurarse cómo viene ese hijo.
Es
decir, hablamos de que no todos los hijos son queridos eso ya lo decimos
públicamente, y exigimos, o nos acostumbramos consciente e
inconsciente, a examinarlos para ver que tal son. No queremos a un hijo
de cualquier forma. Si viene con alguna dificultad que nos va a exigir
amarle más de lo normal, le ponemos medidas al amor, nos lo tenemos que
pensar.
Si
los problemas son más gordos, lo condenamos a morir, y solo le
abriremos las puertas de nuestros corazones hipócritas si son niños
sanos, fuertes, guapos y robustos. De momento nos contentamos con esto,
pero quizás dentro de poco trataremos que sean de ojos azules,
inteligentes, habilidosos y...etc. Llegaremos rechazar hasta niños
normales porque no nos conformaremos con mediocres. ¿Llegaremos a eso?
Al
oír ese vídeo, recogido de un post de eligelavida, me parecía estar
asistiendo a un juicio de un niño inocente que, de traer algún problema,
podría ser condenado a muerte. Me decía hasta donde hemos llegado y
como asesinamos a inocentes de forma ya que nos parece normal. Es decir,
lo corriente, porque lo hacen muchos, ya nos parece normal.
Hasta
la muerte se empieza a celebrar como una fiesta (Halloween). No
celebramos que es un paso para la vida, sino que nos quedamos en ella
como un fin. Sé que muchos no piensan así pero se dejan llevar por el
carácter festivo que se le da, sin embargo es una mentira. Así ya nos
preparan para la eutanasia.
Espero
que las madres y padres recapaciten; el precio de un hijo no tiene
precio. Venga como venga, porque independiente de eso será siempre tu
hijo, el amor no cambia y lo quiere igual. Precisamente el amor se
descubre cuando exige entrega y sacrificios.
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