Cuarenta días por la Vida
13 de Febrero al 24 de Marzo 2010
Día 26, miércoles, 10 de marzo de 2010
"La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida".
CONGREGACIÓN DE LA DOCTRINA DE LA FE
Reflexión
Jesús sufrió en silencio el dolor de las espinas que penetraban Su cabeza
Intención del día
Oremos por las madres y padres de los niños abortados. Hay tantos que sufren la pena, el dolor y el arrepentimiento de haber tomado esa decisión que es irrevocable. Hay tantos que sufren en silencio, porque otros les dijeron que era lo normal y que no era
Motivación del día
Perdón y Sanación
Estadísticas del Instituto Guttmacher indican que alrededor del mundo 42 millones de vidas son perdidas anualmente a causa del aborto provocado. Se estima que 43% de las mujeres han sufrido un aborto provocado para la edad de 45 años. Esto implica que un número equivalente de hombres han sido involucrados en la tragedia. Lo anterior sin contar con todos los abortos que son provocados, algunas veces sin conocimiento, con el uso de anticonceptivos hormonales, la píldora, la inyección, el dispositivo intrauterino, la anticoncepción de emergencia y la píldora abortiva. Consideremos el gran número de personas que necesitan el perdón y la sanación—son mujeres y hombres cuyo dolor los acompaña si no es por muchos años, por el resto de sus vidas. Pero ellos no son una abstracción o simplemente un número para las estadísticas. Ellos pueden ser nuestros vecinos, compañeros de trabajo, miembros de nuestra iglesia o quizás miembros de nuestra propia familia. El papa Juan Pablo II pionero del movimiento próvida articula en Evangelium Vitae directamente una palabras de aliento.
La Iglesia sabe cuántos condicionamientos pueden haber influido en vuestra decisión, y no duda de que en muchos casos se ha tratado de una decisión dolorosa e incluso dramática Probablemente la herida aún no ha cicatrizado en vuestro interior. Es verdad que lo sucedido fue y sigue siendo profundamente injusto. Sin embargo, no os dejéis vencer por el desánimo y no abandonéis la esperanza. Antes bien, comprended lo ocurrido e interpretadlo en su verdad. Si aún no lo habéis hecho, abríos con humildad y confianza al arrepentimiento: el Padre de toda misericordia os espera para ofreceros su perdón y su paz en el sacramento de la Reconciliación. Os daréis cuenta de que nada está perdido y podréis pedir perdón también a vuestro hijo que ahora vive en el Señor. Ayudadas por el consejo y la cercanía de personas amigas y competentes, podréis estar con vuestro doloroso testimonio entre los defensores más elocuentes del derecho de todos a la vida. Por medio de vuestro compromiso por la vida, coronado eventualmente con el nacimiento de nuevas criaturas y expresado con la acogida y la atención hacia quien está más necesitado de cercanía, seréis artífices de un nuevo modo de mirar la vida del hombre.(99)
Cuan diferente podríamos ver el debate acerca del aborto si tuviéramos siempre en nuestra mente el espíritu del perdón y la sanación.
Oremos por todos aquellos que con tanta urgencia necesitan el abrazo de Cristo, el conocer su Divina e Infinita Misericordia, y el buscar su amor sanador.
Oración para todos los días
ORACIÓN ECUMÉNICA
OH Señor,a Ti confiamos la causa de la vida:
mira, Padre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de tu Nombre.
Amén
ORACIÓN POR LA VIDA
Oh María, aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira Madre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar
con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador
y amante de la vida.
Amén
Juan Pablo II
Encíclica: Evangelium Vitae sobre el Valor y el Carácter Inviolablede la Vida Humana
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