"Yo imagino que el grito de
esos pobrecitos que son asesinados antes de nacer debe llegar hasta Dios."
Santa Teresa de Calcuta
« ¿Qué has hecho? » (Gn 4, 10): eclipse del valor de la vida
10. El
Señor dice a Caín: « ¿Qué has hecho? Se oye la sangre de tu hermano clamar a mí
desde el suelo » (Gn 4, 10). La voz de la sangre derramada por los
hombres no cesa de clamar, de
generación en generación, adquiriendo tonos y acentos diversos y siempre
nuevos.
La pregunta
del Señor « ¿Qué has hecho? », que Caín no puede esquivar, se dirige también al
hombre contemporáneo para que tome conciencia de la amplitud y gravedad de los
atentados contra la vida, que siguen marcando la historia de la humanidad; para
que busque las múltiples causas que los generan y alimentan; reflexione con
extrema seriedad sobre las consecuencias que derivan de estos mismos atentados
para la vida de las personas y de los pueblos.
Hay
amenazas que proceden de la naturaleza misma, y que se agravan por la desidia
culpable y la negligencia de los hombres que, no pocas veces, podrían
remediarlas. Otras, sin embargo, son fruto de situaciones de violencia, odio,
intereses contrapuestos, que inducen a los hombres a agredirse entre sí con
homicidios, guerras, matanzas y genocidios.
¿Cómo no
pensar también en la violencia contra la vida de millones de seres humanos,
especialmente niños, forzados a la miseria, a la desnutrición, y al hambre, a
causa de una inicua distribución de las riquezas entre los pueblos y las clases
sociales? ¿o en la violencia derivada, incluso antes que de las guerras, de un
comercio escandaloso de armas, que favorece la espiral de tantos conflictos
armados que ensangrientan el mundo? ¿o en la siembra de muerte que se realiza
con el temerario desajuste de los equilibrios ecológicos, con la criminal
difusión de la droga, o con el fomento de modelos de práctica de la sexualidad
que, además de ser moralmente inaceptables, son también portadores de graves
riesgos para la vida? Es imposible enumerar completamente la vasta gama de
amenazas contra la vida humana, ¡son tantas sus formas, manifiestas o
encubiertas, en nuestro tiempo!
Intención/motivación
del día
Queridos amigos de 40 Días por la
vida:
También en España,
ha comenzado hoy una Campaña de oración y ayuno de 40 Días por la vida. En
Madrid, donde se hace en la calle, presencialmente, se ha escogido para rezar
el Rosario las puertas de un abortorio en el centro de
la ciudad.
Está situado en una plaza, donde se
cruzan los caminos de un barrio muy populoso, degradado.
Allí los niños juegan, la gente
pasa, pobres mujeres se dedican a la prostitución...otros
trapichean droga etc. Una Comisaria de policía “pone orden”.
Pero... en una esquina de la
plaza, se levanta una antigua Iglesia dedicada a San Martín de
Tours. Hoy es Templo Eucarístico Diocesano, donde tiene su sede la
Adoración Nocturna Femenina, y su hogar la Asociación Evangelium Vitae.
Al rezar ante el abortorio,
Monte Calvario de hoy, donde mueren inocentes, nos protege y
acompaña la presencia de Jesús Sacramentado, a quien vemos Expuesto en la
Custodia a través de los cristales de la puerta del Templo.
Siempre rezamos en estos lugares, los
Misterios Dolorosos del Rosario, la Oración por la Vida de San Juan Pablo II, y
Preces Expiatorias compuestas especialmente por estas intenciones.
La plaza se cierra con una calle
donde está otra antigua Iglesia, dedicada a la Virgen de la Buena Dicha. En
otros tiempos existieron allí un Hospital y un cementerio.
De aquel pasado se conserva, en una
capillita a pie de calle, una imagen de la Virgen de la
Misericordia,(s.XVI) que acoge bajo su manto a hombres y mujeres necesitados.
¡ A cuántos ha aliviado y
alivia actualmente Nuestra Madre!
A Ella, Madre de la Vida, Reina de la
Familia y de la Paz nos acogemos y encomendamos a todos nuestros hermanos
inmersos en la Cultura de la Muerte : víctimas, niños abortados, sus
madres y padres, ejecutores,médicos y personal sanitario , políticos que lo
permiten etc.
A.M.D.G.
ORACIÓN
POR LA VIDA
Oh María, aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira Madre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil
vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia
inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una
presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo
sepan anunciar
con firmeza y amor a los hombres de
nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como
don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con
solícita constancia,
para construir, junto con todos los
hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del
amor,
para alabanza y gloria de Dios
Creador
y amante de la vida.
Amén
Juan Pablo II
Encíclica: Evangelium Vitae sobre el
Valor y el Carácter Inviolable de la Vida Humana
ORACIÓN
ECUMÉNICA
OH Señor, a Ti confiamos la causa de
la vida:
mira, Padre el número inmenso de
niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil
vivir,
de hombres y mujeres víctimas de
violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una
presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo
sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo el
Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como
don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con
solícita constancia,
para construir, junto con todos los
hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del
amor,
para alabanza y gloria de tu Nombre.
Amén
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