Cuarenta días por la Vida
26 de Setiembre al 4 de Noviembre 2012
Día
1 - 26/9/2012
""Por
favor no matéis a los niños, yo los quiero. Con mucho gusto acepto todos los
niños que morirían a causa del aborto."".
BEATA MADRE TERESA DE CALCUTA
Reflexión
¡Cristo ha Resucitado! Por su
Resurrección, Él ha destruido el poder de la muerte, y por ende el poder del
aborto. El resultado de esta batalla por la Vida ya ha sido decidida: ¡La Vida
es victoriosa!.
Oración del día
Oremos por los hombres y mujeres
de nuestro tiempo, para que comprendamos la presencia de Cristo resucitado y
resucitador en el Sacramento del Matrimonio.
Motivación del día
POR GRACIA DE DIOS, UNIDOS POR LA
VIDA Y SU ANUNCIO.
Dios nos pide, nos ordena, nos
exige, anunciar el Evangelio de la Vida, un pedido que llega a todos, y en el
que no cabe neutralidad.
Es el escenario del gran combate
para su gloria en el amor por cada persona y su vida. "La gloria de Dios
es que el hombre viva".
Es una guerra abierta, total,
entre la naturaleza, creación y proyecto de Dios, y la ideología soberbia
promuerte.
Escenario donde se combate por la
mujer y el hijo, contra el holocausto homicida que los quiere someter a su
dominación. En un sucio altar de la mentira y de la muerte, se intenta destruir
la maternidad, para reprimir la vocación esencial que Dios ha puesto en la
mujer, que es amar y proteger al ser humano que se gesta, a su propio hijo, que
anida en ella.
Su útero es templo y sagrario de
la vida, y se pretende hacer de esa tierra fértil una tierra arrasada, un desierto.
Ella, más que nadie, está ordenada y llamada al amor, a la protección, defensa
y transmisión de la vida, y no deberá ser engañada, instrumentada como
servidora de la muerte.
Toda persona debiera ser fiel a
su esencia e identidad, a su ser íntimo y consustancial, sobre todo la mujer
madre en su capacidad de dar vida.
De parte nuestra, este
"buen combate" reforzará el humanismo, la empatía, la ternura, la
generosidad, el don divino que la hace capaz de amar y procrear, y el gozo de
la fidelidad a esa llamada. El más débil, el hijo por nacer, será el preferido
por ella y por nosotros, que nos situamos en el ámbito del amor incondicional a
la mujer madre y a su bebé, y, por extensión, a todos.
La gracia de Dios, la vida del
Dios que nos habita, la fidelidad a esa gracia y a esa vida, nos vuelve fieles.
Oramos, estamos despiertos, nos entregamos a una acción concreta, generosa,
perseverante, contra este seudodogma que, desde una maquinaria de dominación,
pretende cebarse y rendir la vida del niño inocente por nacer y de su madre.
Estamos tocando fondo en este
supergenocidio vertiginoso. Es urgente la conversión plena a la vida, que no
conoce de temores ni omisiones. O luchamos, o nos ahogamos. ¡Elegimos luchar!
Dios nos urge a levantarnos de
la postración, nos urge a anunciar, a testificar, a amar, a proteger a toda
persona, a toda vida.
Y, como decía el gran Ignacio
de Loyola: "Para su mayor honra y gloria, servicio y alabanza".
"SEÑOR, AQUÍ NOS TIENES,
ESTAMOS DISPUESTOS".
ORACIÓN ECUMÉNICA
OH
Señor, a Ti confiamos la causa de la vida:
mira,
Padre el número inmenso de niños
a
quienes se impide nacer,
de
pobres a quienes se hace difícil vivir,
de
hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de
ancianos y enfermos muertos
a
causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz
que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con firmeza y amor
a
los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales
la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la
alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la
valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para
construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización
de la verdad y del amor,
para
alabanza y gloria de tu Nombre.
Amén
ORACIÓN POR LA
VIDA
Oh María, aurora
del mundo nuevo,
Madre de los
vivientes,
a Ti confiamos
la causa de la vida:
mira Madre el
número inmenso de niños
a quienes se
impide nacer,
de pobres a
quienes se hace difícil vivir,
de hombres y
mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y
enfermos muertos
a causa de la
indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes
creen en tu hijo sepan anunciar
con firmeza y
amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de
la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de
testimoniarlo con solícita constancia,
para construir,
junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización
de la verdad y del amor,
para alabanza y
gloria de Dios Creador
y amante de la
vida.
Amén
Juan Pablo II
Encíclica:
Evangelium Vitae sobre el Valor y el Carácter Inviolable de la Vida Humana
Enlaces de interés:
DERECHOS DEL CONCEBIDO A.C.
ResponderEliminarEn su 5to. Aniversario
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