Cuarenta días por la Vida
25 de Setiembre al 3 de Noviembre 2013
Día 23 – 17/10/2013
Perú_Nancy Freundt
"Quien obstaculiza la institución familiar, aunque sea
inconscientemente, hace que la paz de toda la comunidad, nacional e
internacional, sea frágil porque debilita lo que, de hecho, es la principal
'agencia' de paz"…"la familia es la primera e insustituible educadora
de paz"
BENEDICTO XVI, 01 01 08
Reflexión
Cuando Jesús fue Bautizado, la voz del Padre se escuchó
decir: "Este es Mi Hijo amado, en quien me complazco." Todos hemos
sido llamados a ser hijos adoptivos de Dios por medio del Bautismo..
Oración del día
Oremos por todos los hombres y mujeres heridos por los
pecados cometidos contra la justicia, la familia y la vida para que la luz del
Sacramento de la Reconciliación traiga la paz a sus corazones..
Motivación del día
El 24 de
noviembre llegará a su fin el Año de la Fe convocado por su santidad Benedicto
XVI. Qué importante recordar lo que este
santo padre, en conjunto con nuestro Papa Francisco, nos explica en su carta
Lumen Fidei sobre la importancia de comunicar esta fe:
“Dado
que la fe es una sola, debe ser confesada en toda su pureza e integridad.
Precisamente porque todos los artículos de la fe forman una unidad, negar uno
de ellos, aunque sea de los que parecen menos importantes, produce un daño a la
totalidad.” N° 48
“A
los padres corresponde, según una sentencia de san Agustín, no sólo engendrar a
los hijos, sino también llevarlos a Dios, para que sean regenerados como hijos
de Dios por el bautismo y reciban el don de la fe.” N° 43
¿Por
qué la importancia de vivir -hoy más que nunca- esta misión?
Dice la Sagrada
Escritura que toda clase de engaños perversos están
destinados a los que se pierden por no haber amado la verdad que los podía
salvar. Por tal motivo, Dios les envía un poder engañoso que les hace creer
en la mentira, a fin de que sean condenados todos los que se negaron a creer en
la verdad y se complacieron en el mal. 2 Tes 2 10-12
¿Quién podría negar
que es precisamente en el siglo XX y en
lo que va del siglo XXI que un poder
siniestro y engañoso ha desplegado su dominio con ferocidad, enfriando la fe
por todas partes y llevando a gran parte de la humanidad al rechazo de Dios y
su ley de amor?
Sin necesidad de
hacer hincapié en las guerras y el terrorismo, el resultado más patente de este
feroz ataque del Maligno ha sido la aceptación de la contracepción como una
práctica legítima, lo que luego habría de llevar a la práctica masiva del
aborto y de las esterilizaciones, a la eutanasia, y a todos los actos
destinados a atacar la vida humana de forma genocida.
Coronando esta
cultura de muerte, se desencadenan de forma desenfrenada los pecados de la carne, destinados a
destruir la familia. Son estos los que desatan
toda una secuela de sufrimientos tan desgarradores como el divorcio y el
abandono de los hijos, y en su más diabólica manifestación, las aberraciones de
los actos contra-natura practicados mediante la sodomía y el lesbianismo.
Estos son en sí
mismos la expresión final del rechazo al plan de Dios, y, como abierto desafío,
han tomado forma visible con la legalización –en lo que fuera un mundo
cristiano y temeroso de ofender a Dios– de las así llamadas “uniones civiles” o
“matrimonios homosexuales”.
Vemos a los “líderes
de opinión” defendiendo a través de casi
todos los medios de comunicación estos actos esencialmente perversos,
intentando dotarlos de una apariencia de bien, de forma tal que parezca normal
y moral lo que es anormal y absolutamente inmoral.
La confusión
diabólica sembrada en las mentes es tan pavorosa que ya no se logra distinguir
entre lo que es la unión en castidad de un matrimonio bendecido por Dios y
destinado a formar una familia y procrear hijos, a lo que es un acoplamiento
forzado entre dos sodomitas, violentando el uso natural del cuerpo humano.
Es tan grande y
profunda la intrínseca maldad de tales relaciones, que -aunque se lograra
disfrazar su natural esterilidad con la adopción de niños- si todas las parejas
fueran homosexuales, el resultado final de este desafío a la voluntad de Dios
sería la extinción de la especie humana de la faz de la tierra.
No obstante, a tal
grado ha llegado a perderse el temor de Dios y el sentido de la justicia, que podemos
ver con asombro cómo tantos personajes –ya sean de los medios de comunicación,
de la política, del deporte, o los así llamados “intelectuales”– han llegado al
extremo de apoyar el deseo de quienes sostienen estas abominables relaciones de que se les
reconozca el “derecho” de adoptar niños, como si pudiese existir el derecho de
adquirir un ser humano que no se puede engendrar, y en desmedro del respeto a
lo que este ser humano tiene derecho, o a lo que pueda querer o sentir.
Pero muchos se resisten
a entender, y las aberraciones son promovidas por todos los medios. Aún más grave:
Ante estas abiertas
violaciones a la ley moral que han invadido todos los estratos de nuestra
sociedad, muchos católicos están optando
por el silencio o por un falso sentido de la tolerancia, en menoscabo del deber
de caridad que nos obliga a combatir el mal con absoluta firmeza.
Sin embargo, Dios es eterno y sus leyes siguen siendo las
mismas.
“Porque el corazón de
este pueblo se ha endurecido, tienen tapados sus oídos y han cerrado sus ojos,
para que sus ojos no vean, y sus oídos no oigan, y su corazón no comprenda, y
no se conviertan, y yo no los cure". Mt 13, 15
El pecado es una
ofensa infinita a Dios. Sin embargo,
Dios no cesa de llamar a la humanidad a la conversión, a regresar a las fuentes
de la verdad y la salvación.
Nos ha dado una sana
doctrina para seguir. Pero a su vez nos ha dotado de libertad y tendremos que
decidir: o escoger la Voluntad de Dios o escoger la voluntad del demonio. No tenemos otra opción.
Y aunque ciertamente
su misericordia nos acompañará hasta el último momento, está en cada uno de
nosotros responder a su llamado.
Recordemos lo que Jesús dijo:
Yo soy el camino, la
verdad y la vida.
No comprometamos por
respeto humano la verdad que estamos llamados a defender y no arriesguemos
nuestra eternidad.
ORACIÓN POR LA
VIDA
Oh María, aurora
del mundo nuevo,
Madre de los
vivientes,
a Ti confiamos
la causa de la vida:
mira Madre el
número inmenso de niños
a quienes se
impide nacer,
de pobres a
quienes se hace difícil vivir,
de hombres y
mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y
enfermos muertos
a causa de la
indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes
creen en tu hijo sepan anunciar
con firmeza y
amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de
la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de
testimoniarlo con solícita constancia,
para construir,
junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización
de la verdad y del amor,
para alabanza y
gloria de Dios Creador
y amante de la
vida.
Amén
Juan
Pablo II
Encíclica:
Evangelium Vitae sobre el Valor y el Carácter Inviolable de la Vida Humana
ORACIÓN
ECUMÉNICA
OH
Señor, a Ti confiamos la causa de la vida:
mira,
Padre el número inmenso de niños
a
quienes se impide nacer,
de
pobres a quienes se hace difícil vivir,
de
hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de
ancianos y enfermos muertos
a
causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz
que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con firmeza y amor
a
los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales
la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la
alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la
valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para
construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la
civilización de la verdad y del amor,
para
alabanza y gloria de tu Nombre.
Amén
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