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jueves, 17 de octubre de 2013

40d por la Vida 2013-2_23

Cuarenta días por la Vida
25 de Setiembre al 3 de Noviembre 2013
Día 23 – 17/10/2013

Perú_Nancy Freundt   
"Quien obstaculiza la institución familiar, aunque sea inconscientemente, hace que la paz de toda la comunidad, nacional e internacional, sea frágil porque debilita lo que, de hecho, es la principal 'agencia' de paz"…"la familia es la primera e insustituible educadora de paz"
BENEDICTO XVI, 01 01 08
Reflexión
Cuando Jesús fue Bautizado, la voz del Padre se escuchó decir: "Este es Mi Hijo amado, en quien me complazco." Todos hemos sido llamados a ser hijos adoptivos de Dios por medio del Bautismo..

Oración del día
Oremos por todos los hombres y mujeres heridos por los pecados cometidos contra la justicia, la familia y la vida para que la luz del Sacramento de la Reconciliación traiga la paz a sus corazones..

Motivación del día
El 24 de noviembre llegará a su fin el Año de la Fe convocado por su santidad Benedicto XVI. Qué  importante recordar lo que este santo padre, en conjunto con nuestro Papa Francisco, nos explica en su carta Lumen Fidei sobre la importancia de comunicar esta fe:

“Dado que la fe es una sola, debe ser confesada en toda su pureza e integridad. Precisamente porque todos los artículos de la fe forman una unidad, negar uno de ellos, aunque sea de los que parecen menos importantes, produce un daño a la totalidad.”   N° 48

“A los padres corresponde, según una sentencia de san Agustín, no sólo engendrar a los hijos, sino también llevarlos a Dios, para que sean regenerados como hijos de Dios por el bautismo y reciban el don de la fe.”  N° 43

¿Por qué la importancia de vivir -hoy más que nunca- esta misión?

Dice la Sagrada Escritura que toda clase de engaños perversos están destinados a los que se pierden por no haber amado la verdad que los podía salvar. Por tal motivo, Dios les envía un poder engañoso que les hace creer en la mentira, a fin de que sean condenados todos los que se negaron a creer en la verdad y se complacieron en el mal.   2 Tes 2 10-12

¿Quién podría negar que es precisamente en el siglo XX  y en lo que va del siglo XXI  que un poder siniestro y engañoso ha desplegado su dominio con ferocidad, enfriando la fe por todas partes y llevando a gran parte de la humanidad al rechazo de Dios y su ley de amor?

Sin necesidad de hacer hincapié en las guerras y el terrorismo, el resultado más patente de este feroz ataque del Maligno ha sido la aceptación de la contracepción como una práctica legítima, lo que luego habría de llevar a la práctica masiva del aborto y de las esterilizaciones, a la eutanasia, y a todos los actos destinados a atacar la vida humana de forma genocida.

Coronando esta cultura de muerte, se desencadenan de forma desenfrenada los pecados de la carne, destinados a destruir la familia.  Son estos los que desatan toda una secuela de sufrimientos tan desgarradores como el divorcio y el abandono de los hijos, y en su más diabólica manifestación, las aberraciones de los actos contra-natura practicados mediante la sodomía y el lesbianismo.

Estos son en sí mismos la expresión final del rechazo al plan de Dios, y, como abierto desafío, han tomado forma visible con la legalización –en lo que fuera un mundo cristiano y temeroso de ofender a Dios– de las así llamadas “uniones civiles” o “matrimonios homosexuales”.

Vemos a los “líderes de opinión”  defendiendo a través de casi todos los medios de comunicación estos actos esencialmente perversos, intentando dotarlos de una apariencia de bien, de forma tal que parezca normal y moral lo que es anormal y absolutamente inmoral.

La confusión diabólica sembrada en las mentes es tan pavorosa que ya no se logra distinguir entre lo que es la unión en castidad de un matrimonio bendecido por Dios y destinado a formar una familia y procrear hijos, a lo que es un acoplamiento forzado entre dos sodomitas, violentando el uso natural del cuerpo humano.

Es tan grande y profunda la intrínseca maldad de tales relaciones, que -aunque se lograra disfrazar su natural esterilidad con la adopción de niños- si todas las parejas fueran homosexuales, el resultado final de este desafío a la voluntad de Dios sería la extinción de la especie humana de la faz de la tierra.

No obstante, a tal grado ha llegado a perderse el temor de Dios y el sentido de la justicia, que podemos ver con asombro cómo tantos personajes –ya sean de los medios de comunicación, de la política, del deporte, o los así llamados “intelectuales”– han llegado al extremo de apoyar el deseo de quienes sostienen estas  abominables relaciones de que se les reconozca el “derecho” de adoptar niños, como si pudiese existir el derecho de adquirir un ser humano que no se puede engendrar, y en desmedro del respeto a lo que este ser humano tiene derecho, o a lo que pueda querer o sentir.

Pero muchos se resisten a entender, y las aberraciones son promovidas por todos los medios.  Aún más grave:

Ante estas abiertas violaciones a la ley moral que han invadido todos los estratos de nuestra sociedad,  muchos católicos están optando por el silencio o por un falso sentido de la tolerancia, en menoscabo del deber de caridad que nos obliga a combatir el mal con absoluta firmeza.

Sin embargo,  Dios es eterno y sus leyes siguen siendo las mismas.

Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido, tienen tapados sus oídos y han cerrado sus ojos, para que sus ojos no vean, y sus oídos no oigan, y su corazón no comprenda, y no se conviertan, y yo no los cure".  Mt 13, 15

El pecado es una ofensa infinita a Dios.   Sin embargo, Dios no cesa de llamar a la humanidad a la conversión, a regresar a las fuentes de la verdad y la salvación.

Nos ha dado una sana doctrina para seguir. Pero a su vez nos ha dotado de libertad y tendremos que decidir: o escoger la Voluntad de Dios o escoger la voluntad del demonio.  No tenemos otra opción.

Y aunque ciertamente su misericordia nos acompañará hasta el último momento, está en cada uno de nosotros responder a su llamado.  Recordemos lo que Jesús dijo: 

Yo soy el camino, la verdad y la vida. 

No comprometamos por respeto humano la verdad que estamos llamados a defender y no arriesguemos nuestra eternidad.

ORACIÓN POR LA VIDA

Oh María, aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira Madre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar
con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador
y amante de la vida.
Amén

Juan Pablo II

Encíclica: Evangelium Vitae sobre el Valor y el Carácter Inviolable de la Vida Humana


ORACIÓN ECUMÉNICA

OH Señor, a Ti confiamos la causa de la vida:
mira, Padre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de tu Nombre.
Amén
Enlaces de interés:
Oraciones en otros idiomas (inglés, italiano, finlandés)

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