Cuarenta días por la Vida
28 de Setiembre al 6 de Noviembre 2011
Día 32
29/10/2011
Puerto rico_Jose Luis Franco Alva
“Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas”.
SAN AGUSTÍN
Reflexión
Toda vida es la vida de Dios que se hace presente entre nosotros, aún en un niño que todavía no ha nacido. Nadie tiene derecho a levantar su mano para segarla.
Oración del día
Oremos por los matrimonios sin hijos y por tantos niños que pierden a sus padres por el terrorismo, la guerra y la enfermedad. Que el Señor abra nuestros corazones a la adopción y al amor mutuo.
Motivación del día
En el mundo moderno ya parece normal que unos esposos jóvenes no tengan hijos los primeros años. Todo un sistema de anticonceptivos más o menos eficaces han hecho posible lo que un experto describió con tres simples palabras: “amor sin hijos”. Después de varios años, cuando la pareja deje abierto el camino de la vida, quizá nazcan uno o dos niños. Pero surgirá en seguida el deseo de cerrar otra vez el grifo, normalmente de modo casi definitivo.
En realidad, usar métodos anticonceptivos para impedir la llegada de un hijo va contra un aspecto muy profundo del amor. Lo propio del amor es darse sin reservas, acoger plenamente al otro, sin condiciones, sin límites, con generosidad, con alma grande.
Produce daños al amor el darse y el acogerse “a medias”. Aunque los dos estén de acuerdo en usar métodos artificiales que impiden la concepción. Lo importante es recordar que en todas las prácticas anticonceptivas el amor resulta manipulado, al perder su horizonte propio, natural y espiritual: la apertura a nuevas vidas humanas, a los hijos.
Volver a presentar esta verdad permitirá a las parejas jóvenes (o a las parejas ya adultas, pero todavía fértiles) pensar en su relación bajo la luz de la plenitud, y no bajo la óptica del miedo. El amor de los esposos no tiene que sentirse amenazado por la posibilidad de que inicie un embarazo. Cada nuevo hijo no es un rival, sino un continuador, una plenitud del amor que existe entre sus padres.
Ello no quita el que vivamos en un mundo difícil, lleno de "necesidades" (algunas realmente superfluas), lleno de angustias, con poca seguridad laboral, con pisos pequeños, con tensiones familiares. Se dan situaciones realmente graves que aconsejan a la pareja el retrasar por un tiempo la llegada de un hijo. Pero no a través del uso de métodos anticonceptivos...Los métodos naturales, en ese sentido, permiten a los esposos respetarse plenamente, y respetar la riqueza de su sexualidad, que no es engañada, manipulada o vivida de modo artificial con el uso de “técnicas” que implican, en el fondo, falta de respeto hacia uno mismo o hacia el otro, y una herida (aunque al inicio nadie se dé cuenta) al amor. P. Fernando Pascual.
ORACIÓN ECUMÉNICA
OH Señor, a Ti confiamos la causa de la vida:
mira, Padre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de tu Nombre.
mira, Padre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de tu Nombre.
Amén
ORACIÓN POR LA VIDA
Oh María, aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira Madre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar
con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira Madre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar
con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador
y amante de la vida.
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador
y amante de la vida.
Amén
Juan Pablo II
Encíclica: Evangelium Vitae sobre el Valor y el Carácter Inviolable de la Vida Humana
Enlaces de interés:
Un amor cerrado a la vida es un amor con condiciones. Por lo tanto deja de ser amor en plenitud, y se convierte en un amor egoísta, que busca el placer, pero excluye las consecuencias de entregarse, de amarse hasta generar vida.
ResponderEliminarPorque la esencia de la vida es el amor, y sin no hay amor, la vida deja de latir plenamente, aún en los que viven. Viven una vida muerta condicionada a la esclavitud de las pasiones y egoísmos.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.