Cuarenta días por la Vida
13 de Febrero al 24 de Marzo 2011
Día 21
13 de Febrero al 24 de Marzo 2011
Día 21
Sábado, 5 de marzo de 2011
Nicaragua_Dr. Rafael Jose Cabrera A. - rafcabrera3@netscape.net
"La perfección de la caridad cristiana pasa por la reconciliación con los enemigos".
Su Santidad Benedicto XVI
Reflexión
Si los abortistas vivieran profundamente un proceso de conversión, no habrían más inocentes inmolados por la cultura de la muerte.
Oración del día
Padre infinitamente Misericordioso, te pedimos conviertas el corazón de piedra de todos los envilecidos por el odio en contra de la vida humana, especialmente contra tus hijos más pequeños, débiles, inocentes, vulnerables, como son los bebitos concebidos pero aún no nacidos, en un corazón de carne que pueda ver, sentir, palpar, gozar las maravillas de Tu Creación. Perdónales porque no saben lo que hacen cegados por la avaricia, la lujuria y el odio, así como nosotros también oramos por su conversión y les perdonamos de todo corazón.
Motivación del día
Jesús mismo dice: “Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persigan para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos”.
Su Santidad Benedicto XVI nos dice, que “quien acoge al Señor en su propia vida y lo ama con todo el corazón es capaz de un nuevo inicio. Consigue cumplir la voluntad de Dios: realizar una nueva forma de existencia animada por el amor y destinada a la eternidad. Si somos verdaderamente conscientes de esta realidad, y nuestra vida es plasmada profundamente por ella, nuestro testimonio se hace claro, elocuente y eficaz”. “Cuando se sufre por el mal, la persecución, la injusticia, evitemos la revancha, la venganza y el odio y recemos por los que nos persiguen. Derrotemos al mal con el bien. Confiemos a Dios todas estas adversidades para alcanzar la libertad y la paz espiritual”.
S.S. Benedicto XVI nos invita “a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad, mediante el perdón de los enemigos y la oración por los perseguidores, fuente de la reconciliación duradera”.
Su Santidad Benedicto XVI nos dice, que “quien acoge al Señor en su propia vida y lo ama con todo el corazón es capaz de un nuevo inicio. Consigue cumplir la voluntad de Dios: realizar una nueva forma de existencia animada por el amor y destinada a la eternidad. Si somos verdaderamente conscientes de esta realidad, y nuestra vida es plasmada profundamente por ella, nuestro testimonio se hace claro, elocuente y eficaz”. “Cuando se sufre por el mal, la persecución, la injusticia, evitemos la revancha, la venganza y el odio y recemos por los que nos persiguen. Derrotemos al mal con el bien. Confiemos a Dios todas estas adversidades para alcanzar la libertad y la paz espiritual”.
S.S. Benedicto XVI nos invita “a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad, mediante el perdón de los enemigos y la oración por los perseguidores, fuente de la reconciliación duradera”.
ORACIÓN ECUMÉNICA
OH Señor, a Ti confiamos la causa de la vida:
mira, Padre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de tu Nombre.
Amén
ORACIÓN POR LA VIDA
Oh María, aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira Madre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar
con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador
y amante de la vida.
Amén
Juan Pablo II
Encíclica: Evangelium Vitae sobre el Valor y el Carácter Inviolable de la Vida Humana
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