Cuarenta días por la Vida
23 de Septiembre al 1 de Noviembre 2009
Día 19, Domingo 11/10/09
23 de Septiembre al 1 de Noviembre 2009
Día 19, Domingo 11/10/09
“El Padre del cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños”
(Mt 18,14)
Reflexión
La batalla por la vida y la familia es parte de la batalla entre Dios y el diablo, entre la salvación y la perdición.
Intención del día
Padre del cielo, te pedimos por tus hijos sacrificados por la violencia del aborto, son miles cada día, son tus pequeños, recíbelos en tu Reino de Misericordia donde esperamos encontrarlos en la eternidad.
La batalla por la vida y la familia es parte de la batalla entre Dios y el diablo, entre la salvación y la perdición.
Intención del día
Padre del cielo, te pedimos por tus hijos sacrificados por la violencia del aborto, son miles cada día, son tus pequeños, recíbelos en tu Reino de Misericordia donde esperamos encontrarlos en la eternidad.
Motivación del día
Nuestro Dios es el Dios de la humildad y de la pequeñez. Fue concebido en el vientre de una Virgen, la pobre de Nazaret, nació en un humilde portal, vivió pobre escondido en Galilea, trabajando, orando, en medio de un pueblo humilde y pisoteado. Escogió a unos pobres pescadores para ser sus testigos. Acogió a niños, enfermos y pecadores. Murió en medio de grandes tormentos y de la tortura más terrible de aquellos tiempos. Resucitó en el silencio de la noche y vive en medio de nosotros haciéndose pan, en la Eucaristía. Este es nuestro Dios, este es Jesús.
Su lógica y conducta no ha cambiado. Hoy en el siglo XX y XXI, ha escogido a los más pequeños y pobres para hacerse presente, especialmente en los niños no nacidos. Ellos son los más pequeños que el Padre no quiere que se pierda ni uno solo. Y sin embargo, ¡Cuántos se pierden todos los días! ¡¡Miles!!.
La voluntad de Dios y de Jesús es que NO SE PIERDA NI UNO SOLO DE ELLOS. Me parece que esta es la motivación más profunda para luchar por la vida del no nacido. Hagámosle caso a Jesús, sigamos la voluntad del Padre. En ellos quiere el Señor, ante este mundo lleno de violencia, prepotencia, y soberbia, presentarse como el Dios de la misericordia y del perdón. En ellos sigue padeciendo Jesús. Comprometámonos sinceramente con El, seamos la voz de los que no tienen voz, seamos el eco del grito silencioso de estos pequeñitos sacrificados con violencia y sangre. Luchemos para quitar el velo de la conciencia de muchos que no reconocen la presencia de nuestros pequeños. Oremos mucho, trabajemos, no descansemos en la lucha por la vida. Luchar por la causa de la Vida, es luchar por la causa de Dios.
Que María nuestra Madre Nuestra Señora de Guadalupe, nos cobije con su manto.
Oración para todos los días
ORACIÓN ECUMÉNICA
OH Señor,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira, Padre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo
sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de tu Nombre.
OH Señor,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira, Padre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo
sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de tu Nombre.
Amén
ORACIÓN POR LA VIDA
Oh María, aurora del mundo nuevo,
ORACIÓN POR LA VIDA
Oh María, aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira Madre el número inmenso de niños a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con firmeza y
amor a los hombres de nuestro tiempo
amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador
y amante de la vida.
Amén
Juan Pablo II
Encíclica: Evangelium Vitae sobre el Valor y el Carácter Inviolablede la Vida Humana
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Saber más sobre esta campaña: 40 días por la Vida
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