"Cada niño, al nacer, nos
trae el mensaje de que Dios no ha perdido todavía la esperanza en los hombres."
RABINDRANATH TAGORE
España_Margarita
Fraga - asociacion.evangeliumvitae@gmail.com
« ¿Soy acaso yo el guarda de mi hermano? » (Gn 4, 9): una
idea perversa de libertad
18. El
panorama descrito debe considerarse atendiendo no sólo a los fenómenos de
muerte que lo caracterizan, sino también a las múltiples causas que
lo determinan. La pregunta del Señor: « ¿Qué has hecho? » (Gn 4,
10) parece como una invitación a Caín para ir más allá de la materialidad de su
gesto homicida, y comprender toda su gravedad en las motivaciones que
estaban en su origen y en las consecuencias que se derivan.
Las
opciones contra la vida proceden, a veces, de situaciones difíciles o incluso
dramáticas de profundo sufrimiento, soledad, falta total de perspectivas
económicas, depresión y angustia por el futuro. Estas circunstancias pueden
atenuar incluso notablemente la responsabilidad subjetiva y la consiguiente
culpabilidad de quienes hacen estas opciones en sí mismas moralmente malas. Sin
embargo, hoy el problema va bastante más allá del obligado reconocimiento de
estas situaciones personales. Está también en el plano cultural, social y
político, donde presenta su aspecto más subversivo e inquietante en la
tendencia, cada vez más frecuente, a interpretar estos delitos contra la vida
como legítimas expresiones de la libertad individual, que deben
reconocerse y ser protegidas como verdaderos y propios derechos.
De este
modo se produce un cambio de trágicas consecuencias en el largo proceso
histórico, que después de descubrir la idea de los « derechos humanos » —como
derechos inherentes a cada persona y previos a toda Constitución y legislación
de los Estados— incurre hoy en una sorprendente contradicción: justo
en una época en la que se proclaman solemnemente los derechos inviolables de la
persona y se afirma públicamente el valor de la vida, el derecho mismo a la
vida queda prácticamente negado y conculcado, en particular en los momentos más
emblemáticos de la existencia, como son el nacimiento y la muerte.
Por una
parte, las varias declaraciones universales de los derechos del hombre y las
múltiples iniciativas que se inspiran en ellas, afirman a nivel mundial una
sensibilidad moral más atenta a reconocer el valor y la dignidad de todo ser
humano en cuanto tal, sin distinción de raza, nacionalidad, religión, opinión
política o clase social.
Por otra parte, a estas nobles declaraciones se
contrapone lamentablemente en la realidad su trágica negación. Esta es aún más
desconcertante y hasta escandalosa, precisamente por producirse en una sociedad
que hace de la afirmación y de la tutela de los derechos humanos su objetivo
principal y al mismo tiempo su motivo de orgullo. ¿Cómo poner de acuerdo estas
repetidas afirmaciones de principios con la multiplicación continua y la
difundida legitimación de los atentados contra la vida humana? ¿Cómo conciliar
estas declaraciones con el rechazo del más débil, del más necesitado, del
anciano y del recién concebido? Estos atentados van en una dirección
exactamente contraria a la del respeto a la vida, y representan una amenaza
frontal a toda la cultura de los derechos del hombre. Es una amenaza capaz,
al límite, de poner en peligro el significado mismo de la convivencia
democrática: nuestras ciudades corren el riesgo de pasar de ser
sociedades de « con-vivientes » a sociedades de excluidos, marginados,
rechazados y eliminados. Si además se dirige la mirada al horizonte mundial,
¿cómo no pensar que la afirmación misma de los derechos de las personas y de
los pueblos se reduce a un ejercicio retórico estéril, como sucede en las altas
reuniones internacionales, si no se desenmascara el egoísmo de los Países ricos
que cierran el acceso al desarrollo de los Países pobres, o lo condicionan a
absurdas prohibiciones de procreación, oponiendo el desarrollo al hombre? ¿No
convendría quizá revisar los mismos modelos económicos, adoptados a menudo por
los Estados incluso por influencias y condicionamientos de carácter
internacional, que producen y favorecen situaciones de injusticia y violencia
en las que se degrada y vulnera la vida humana de poblaciones enteras?
Intención/motivación
del día
1995-2015:
Veinte aniversario de la Encíclica EVANGELIUM VITAE
San Juan Pablo II, el 25 de
Marzo de 1995, Solemnidad de la Anunciación
del Señor, dio a la Iglesia Católica en Roma, junto a San Pedro, la
Encíclica EVANGELIUM
VITAE, Carta Magna en defensa de la vida humana.
Al cumplirse 20 años de su
publicación, ante los ataques cada vez más fuertes y poderosos del Espíritu del
mal, que anida en la Cultura de la muerte, llamada así por el mismo San Juan
Pablo II, se hace más patente y
necesario contestar a la llamada que dejó escrita en el nº100 del texto citado:
“Es
urgente una gran oración por la vida, que abarque al mundo entero…Jesús mismo
nos ha mostrado que la oración y el ayuno son las armas principales y más
eficaces contra las fuerzas del mal.”
(Mc.9-29)
Desde la Asociación Evangelium
Vitae queremos pedir:
1. Celebración
en todas las Diócesis de España de Vigilias de Oración y Expiación por
los pecados cometidos contra la vida y la familia, cuyo respeto inviolable es
la base de la paz social.
2. Difusión de la “Oración por la vida”, con la que
concluye la Encíclica Evangelium Vitae (E.V.nº105).
La Oración es el modo más efectivo de hacer
llegar a las conciencias del pueblo cristiano
la formación en estos temas de moral cristiana, relativos al respeto que
merecen la vida y la dignidad de la persona, desde el momento de la concepción
hasta su fin natural (Bioética cristiana).
3. Organización de Cursos y
Conferencias para sacerdotes y seminaristas sobre la Encíclica Evangelium
Vitae.
4. Pedimos también en este Año
de la Vida Consagrada, a todas las Comunidades Religiosas que respondan a la
llamada de San Juan Pablo II: …“que
desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo o asociación, desde cada
familia y desde el corazón de cada creyente, con iniciativas extraordinarias y
con la oración habitual, se eleve una súplica apasionada a Dios Creador y
amante de la vida” (E.V.100)
5. Pediremos la inclusión en
Las Letanías del Rosario de la invocación:
MATER VITAE. ORA PRO NOBIS
Esta invocación figura en el
texto del Rosario por la paz, la vida y
la familia, publicado por la Asociación Evangelium Vitae. (Con Licencia
Eclesiástica, Archidiócesis de Madrid).
Bajo esta advocación, ha sido
invocada la Virgen María, desde antiguo, en la Iglesia Católica de Rito
Oriental, (Cfr. Santa María, Madre de la
Vida, Historia de una advocación teológica. Propuesta para la inclusión de la
invocación, Mater Vitae, Ora pro nobis, en las Letanías del Rosario, Actas
del VIII Congreso Católicos y Vida Pública, Madrid 2006, Tomo I )
Hoy conocemos además la
existencia de una Parroquia en Cali, Colombia, bajo esta titularidad. En
Belgrano (Argentina) en la
Parroquia de Ntra. Señora de
Fátima, se venera una Imagen de la Madre de la Vida, etc.
Buscando el apoyo de cuantos
invocan a Santa María como Madre de la
Vida, solicitaremos de nuevo a la Congregación para el Culto Divino y Disciplina
de los Sacramentos, su inclusión en las Letanías del Rosario.
Así la plegaria por la vida
abarcaría al mundo entero, respondiendo a la llamada antes citada, que dejó
escrita en la Encíclica Evangelium Vitae, San Juan Pablo II.
AMDG.
ORACIÓN
POR LA VIDA
Oh María, aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira Madre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil
vivir,
de hombres y mujeres víctimas de
violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una
presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo
sepan anunciar
con firmeza y amor a los hombres de
nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como
don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con
solícita constancia,
para construir, junto con todos los
hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del
amor,
para alabanza y gloria de Dios
Creador
y amante de la vida.
Amén
Juan Pablo II
Encíclica: Evangelium Vitae sobre el
Valor y el Carácter Inviolable de la Vida Humana
ORACIÓN
ECUMÉNICA
OH Señor, a Ti confiamos la causa de
la vida:
mira, Padre el número inmenso de
niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil
vivir,
de hombres y mujeres víctimas de
violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una
presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo
sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo el
Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como
don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con
solícita constancia,
para construir, junto con todos los
hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de tu Nombre.
Amén
Enlaces
de interés
No hay comentarios:
Publicar un comentario