26 de Setiembre al 4 de
Noviembre 2012
Día 5 - 30/9/2012
“El mundo se resiste a creer palabras que no van acompañadas de un
testimonio de vida”.
JUAN PABLO II
Reflexión
El conocimiento de los riesgos del aborto, hará que disminuya el número
de abortos.
Oración del día
Oremos para que la gente entienda que ellos y todos nosotros, le
pertenecemos a Dios.
Motivación del día
¡ Cuántas veces nuestro corazón se ha estremecido ante la crueldad del
holocausto nazi ¡ y si no estuviera documentado quizá muchos pensaría que no
fue realidad … Tristemente nosotros
estamos viviendo una realidad mucho mas cruel : el flagelo del aborto que es un holocausto terrible en el que están muriendo ‘legalmente’
millones de inocentes. Y cuyas
consecuencias para el niño no nacido, para la mujer, para otras personas y para
la sociedad podemos leer ampliamente en la página web de vida humana
Internacional y en otras que ponen todo su empeño en defender a los más
indefensos : los bebés en el vientre de su madre.
El mensaje de este día inicia con una frase de nuestro
recordado Beato Juan Pablo II
"“El mundo se resiste a creer palabras que no van acompañadas de un
testimonio de vida”, es por ello que quiero compartir la reflexión recordando
la vida de una mujer que luchó por defender la vida, incluso con el riesgo de
perder la suya.
Se trata de Irena Sendler, cuyo artículo escrito por Angeles Caso
comparto con ustedes al final de la
motivación del día.
Debemos ser valientes y alzar
nuestra voz, ser instrumentos para que el mundo conozca los riesgos que implica
un aborto y como al final son 2 vidas las que se pierden pues la madre también
es una víctima y es necesario difundir la realidad que los hijos de las
tinieblas se empeñan en ocultar. Los que
por misericordia de Dios hemos sido llamados a luchar como hijos de la luz
debemos dar a conocer la verdad a nuestras familias, amigos, en puestras
parroquias, donde El Señor nos llame a propagar la dura realidad que encierra
el aborto, sin perder de vista que generalmente mas graves que las
consecuencias físicas son los daños psicológicos y espirituales que se
presentan con el síndrome post- aborto.
Sabemos que la
base de todo nuestra acción apostólica pro-vida es la oración, sin Dios nada
podemos hacer, por eso en esta campaña nos unimos en oración por la conversión
de los abortistas y los dirigentes de las naciones que promueven leyes
antivida, pidamos que la mano de Dios toque sus corazones y acepten la verdad
de nuestro valor como hijos de Dios y por tanto de que toda vida es sagrada,
como se titula una albanza a la vida que Dios me permitió escuchar mientras
preparaba este mensaje y que termina diciendo ante un embarazo no planificado :
“y es que no hay una salida fácil, aunque la queramos inventar y aunque las
leyes cambien lo verdadero permanecerá”
Comparto el link de este hermoso canto pro vida para que puedan
utilizarlo en la misión que Dios les ha confiado, “Toda vida es sagrada”
interpretada por Kiki Troia y Martín Valverde
http://www.youtube.com/watch?v=xpAPrFLDgqA
Que sea El Señor, nuestro Dios quien nos de la fortaleza y demás dones
necesarios para luchar por la vida, arriesgando incluso nuestra propia vida, defendiendo
así lo bueno, lo justo, lo verdadero, defendiendo la vida como lo hizo Irena
Sendler y como hoy día lo hacen muchas personas alrededor del mundo, pienso,
por ejemplo en esos héroes silenciosos que oran en las entradas de los centros
de abortos, siendo víctimas en muchas ocasiones de malos tratos y
persecuciones, ese testimonio de vida tocará muchos corazones que se
convertirán con la gracia de Dios en apóstoles pro vida.
Y aunque a veces
la lucha sea cuesta arriba, ¡ánimo! no
estamos solos, como el Apóstol Pablo digamos : “Todo lo puedo en Dios que me
fortalece” (Fil. 4, 13)
Que Dios les
bendiga abundantemente.
La mujer más bella
Irena Sendler acaba de fallecer a los 97 años. Probablemente ese nombre no les diga gran cosa, porque su vida transcurrió casi hasta el final silenciosa y oculta. Ella fue, sin embargo, uno de los seres más luminosos que alumbró el s. XX. Irena nació cerca de Varsovia en 1910, hija de un médico que le transmitió un principio crucial en su vida: "Aunque no sepas nadar, si ves a alguien ahogándose, lánzate a salvarlo".
En 1939, en el momento en que Polonia fue
conquistada por la Alemania nazi, trabajaba como enfermera en el Departamento
de Bienestar Social de Varsovia. Cuando en 1942 todos los judíos de la ciudad y
el entorno (450.000 personas) fueron encerrados en el gueto, antes de ser
enviados a los campos de exterminio, los nazis encargaron a los médicos y
enfermeras polacos que vigilasen el lugar para evitar que se propagase alguna
epidemia grave.
Irena comprendió en seguida que aquellas
personas estaban condenadas a la muerte y, llena de compasión y valentía,
decidió-o salvar a todos los niños que pudiera. Fue difícil convencer a las
familias que debían separarse de sus hijos, pero lo logró en 2.500 casos: 2.500
criaturas que fueron sacadas del gueto por ella con todos los medios a su
alcance. A algunos los declaró enfermos de tifus y se los llevó con el permiso
de los nazis para evitar un supuesto contagio. A otros muchos los escondió como
pudo, con la complicidad de buenas gentes: en sacos de patatas o de basura,
cajas de herramientas y hasta ataúdes.
Consiguió documentación falsa para todos ellos
y fue instalándolos entre diversas familias que se prestaron a colaborar en
aquella maravillosa y arriesgada operación de salvamento. A la vez, organizó un
archivo en el que figuraban los nombres verdaderos de sus niños junto con los
falsos, además de sus nuevas direcciones y lo guardó en botes de conserva en el
jardín del vecino.
En octubre de 1943, Irena Sendler, tal vez
traicionada por alguien, fue detenida por la Gestapo y llevada a la prisión de
Pawiak. Allí fue sometida a terribles torturas, durante las cuales le rompieron
las piernas y los pies. Sin embargo, no desveló el escondite de uno solo de los
críos. Condenada a muerte, se salvó porque el soldado que debía ejecutarla fue
sobornado por miembros de la resistencia y la dejó escapar. Al final de la
guerra, tras realizar un esfuerzo ingente, logró devolver a todos los niños con
los familiares o los seres cercanos que habían sobrevivido al holocausto.
Irena pasó la mayor parte del resto de su vida
en silla de ruedas a consecuencia de las heridas causadas de la tortura. Vivió
callada, sin jactarse de lo que había hecho, rechazada además por el régimen
comunista, del que ella, como buena católica, era enemiga. Hasta que su nombre
y su rostro aparecieron en un periódico y fue reconocida por algunos de
aquellos pequeños a los que había salvado, ya adultos. Vivió sus últimos años
en un asilo en Varsovia, rodeada de ramos de flores que le enviaban sus
protegidos y sus descendientes y recibiendo a menudo sus visitas.
He podido contemplar fotos de ella poco antes
de morir, con su pelo blanco, su maravillosa sonrisa y sus ojos alegres: es, se
lo aseguro, la mujer mas bella que he visto jamás. El rostro mismo de la
bondad.
ORACIÓN ECUMÉNICA
OH Señor, a Ti confiamos la causa de la vida:
mira, Padre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con
firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la
vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre
nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su
existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita
constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena
voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de tu Nombre.
Amén
ORACIÓN POR LA VIDA
Oh María, aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira Madre el número inmenso de niños
a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar
con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su
existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita
constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena
voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador
y amante de la vida.
Amén
Juan Pablo II
Encíclica: Evangelium Vitae sobre el Valor y el
Carácter Inviolable de la Vida Humana
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