Cuarenta días por la Vida
26 de Setiembre al 4 de Noviembre 2012
Día 33 – 28/10/2012
“La vida humana debe ser respetada
y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el
primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus
derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser
inocente a la vida."
CONGREGACIÓN DE LA DOCTRINA DE LA FE
Reflexión
La Santísima Virgen María fue
elevada en cuerpo y alma al Cielo porque Ella es la Madre de Dios. Madre e HIJO
son reunidos. La Asunción nos recuerda que Ellos se pertenecen el uno al otro..
Oración del día
Oremos por la Iglesia, el Papa,
los Obispos y los Sacerdotes para que sigan proclamando el Evangelio de la Vida
a todos los hombres..
Motivación del día
La vida humana es sagrada. Es una obra en la que se ha comprometido el Creador.
El hombre engendra y simultáneamente Dios nos crea a su imagen y semejanza;
es la única criatura de este mundo que Dios ha querido por si misma, por ello
la vida humana encierra un valor inconmensurable, insustituible, desde su comienzo hasta su
término natural. Le ha confiado al hombre la misión de protegerla, defenderla,
que es algo más que velar por su bienestar material; es comprometernos por su
bienestar biológico, mental, social y espiritual.
El contexto científico y cultural y el
progreso de la biomedicina en nuestro tiempo inclinan lamentablemente al hombre hacia una cultura de muerte. Se
desinforma sobre el valor e inicio de la vida humana y de esta manera se
eliminan millones de seres humanos desde el instante de su concepción y en
cualquier etapa del embarazo, aún hasta el final de él (aborto por nacimiento
parcial) y hoy se empieza a mencionar
“aborto post nacimiento”.
Por otro
lado increíblemente nos vemos frente a
gastos de millones de dólares para traer seres humanos a la vida, manipulando
embriones, congelándolos, comprándolos, vendiéndolos o destruyéndolos como
simples objetos.
El egoísmo, la soberbia, la búsqueda desenfrenada
del placer nos llevan a discutir si el concebido desde los primeros instantes
de vida es un ser humano, si tiene
derechos como todos nosotros, si la madre puede decidir sobre la vida de su hijo porque es parte de
su cuerpo, si puede eliminarlo por defectos genéticos o de formación. Todo este
contexto nos lleva a la búsqueda de soluciones fáciles a problemas personales,
sociales y económicos, y nos conduce a olvidarnos que fuimos creados para ser
generosos, para proyectarnos hacia una
cultura de vida, no de muerte, y a
reconocer a Dios como el verdadero y único
Dueño de la Vida.
ORACIÓN ECUMÉNICA
OH
Señor, a Ti confiamos la causa de la vida:
mira,
Padre el número inmenso de niños
a
quienes se impide nacer,
de
pobres a quienes se hace difícil vivir,
de
hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de
ancianos y enfermos muertos
a
causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz
que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con firmeza y amor
a
los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales
la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la
alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la
valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para
construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la
civilización de la verdad y del amor,
para
alabanza y gloria de tu Nombre.
Amén
ORACIÓN POR LA
VIDA
Oh María, aurora
del mundo nuevo,
Madre de los
vivientes,
a Ti confiamos
la causa de la vida:
mira Madre el
número inmenso de niños
a quienes se
impide nacer,
de pobres a
quienes se hace difícil vivir,
de hombres y
mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y
enfermos muertos
a causa de la
indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes
creen en tu hijo sepan anunciar
con firmeza y
amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de
la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de
testimoniarlo con solícita constancia,
para construir,
junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización
de la verdad y del amor,
para alabanza y
gloria de Dios Creador
y amante de la
vida.
Amén
Juan Pablo II
Encíclica:
Evangelium Vitae sobre el Valor y el Carácter Inviolable de la Vida Humana
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