Cuando
se oye decir que se ha acabado el amor, se entiende que el amor es por
racha. Ahora hay una racha de amor y nos casamos, aprovechamos para
tener hijos porque los deseamos y vivimos a tope ese amor. Pero, resulta
que llega la época de las vacas flacas y se acaba el amor, ¿y qué
hacemos ahora? No pasa nada, lo rompemos y cada uno por su lado.
No
es fantasía ni ciencia ficción, sino la realidad de lo que acontece hoy
en nuestro mundo. Por doquier nos encontramos con los efectos de muchos
amores acabados, consumidos, y las consecuencias afectan a toda la
sociedad. Y cuando eso ocurre, los gobiernos deben tomar parte en el
asunto, porque sus consecuencias inciden en todo el entramado social.
Es
cuestión prioritaria reflexionar sobre el amor en los areópagos
actuales más importantes, porque se hace necesario y fundamental dar a
conocer el verdadero amor. No es el amor un sentimiento, ni tampoco un
afecto o emoción, porque de ser así diríamos que estamos de acuerdo en
que se acabe. Los sentimientos, afectos y emociones entran y salen como
el viento, y lo que hoy me emociona y atrae, mañana puedo sentirlo de
otra forma.
El
amor es un compromiso, un compromiso responsable donde también juegan
los sentimientos y afectos, pero que se amarran en el compromiso libre y
voluntario de servicio, respeto, justicia y mucho amor. Amor que se
descubre cuando más se necesita de él, pues amar cuando todo va sobre
rueda no exige esfuerzo sino dejarse llevar por la corriente.
No
se puede amar ahora que tengo tiempo y puedo, y más tarde rechazarlo.
El amor exige madurez y entrega al ser amado. El amor no es ahora, y más
tarde ya no es, porque eso será sentimiento. El amor es siempre,
incluso es más cuando más fuerte es la prueba. Por lo tanto, amar al
niño dentro del vientre y fuera; ahora que molesta y después que es un
campeón; en el momento inoportuno y en el oportuno; con defecto o
perfecto; en la vida o en la muerte. Siempre está presente el amor, así
que quien se evade es irresponsable y egoísta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario