Cuarenta días por la Vida
13 de Febrero al 24 de Marzo 2014
Día 3 – 15/2/2014
España_María José ,
“la enseñanza de la Iglesia no
cambia: la vida humana es bella y se debe vivir con plenitud cuando es débil y
está envuelta en el misterio del sufrimiento”
BENEDICTO XVI
Reflexión
Arrepiéntanse y crean en la Buena
Nueva.
Oración del día
Oremos para que estas primeras
palabras de Jesús, en su ministerio público, puedan ser escuchadas por todos
los que han cometido abortos. Que sepan que el Señor los llama a la conversión
y que puedan experimentar un arrepentimiento de entrega a la vida..
Motivación del día
Nos preparamos para
la Cuaresma. Una vez más?. No. Es el tiempo que el Señor nos da para
renovarnos, cambiar, acercarnos más a Él, a través de la oración y penitencia.
Hace poco hemos
celebrado la fiesta de la Presentación de la Virgen en el templo. Ella,
presentó su Hijo a Dios. Esa presentación de los hijos a Dios, es el
agradecimiento por el regalo de la Vida que reciben las madres pidiendo al
Señor que los bendiga y los guarde.
En España vivimos
un tiempo de dificultad ya que el Anteproyecto de ley del aborto está
recibiendo muchas críticas, a veces acompañadas con actos violentos. No se
quieren dar pasos en la protección del no nacido.
Es una guerra abierta
a Vida o muerte.
Si se aprueba, hay
mucho camino aún por recorrer hasta que el aborto no exista. En esto, los
cristianos tenemos mucho trabajo que realizar. Ayudar a las madres en su
embarazo, hacerles ver que es el regalo más precioso que Dios les da, a pesar
de las dificultades. Es una Vida nueva que hay que proteger, cuidar, agradecer.
Todos podemos
contribuir, ayudando a las madres en sus necesidades materiales, de cualquier
índole (trabajo, vivienda,….). Pero, también con gestos, detalles pequeños, una
sonrisa a la madre, felicitarla por su embarazo…
Además, ayudar a
las mujeres que han abortado, a que se perdonen a ellas mismas, pidiendo perdón
al Señor también. Eso les proporcionará paz en su vida, en el alma.
Por otra parte, es
preciso que en nuestro país, poco a poco exista una cultura pro vida. Escritos,
cartas en los periódicos, comentarios en la radio, Facebook, medios de
comunicación, hablando en los colegios a través de las asociaciones de padres….
Son gotas de agua
que contribuyen a que el rio de la vida fluya y llegue al mar, al océano,
atravesando las fronteras, los países, continentes… para que llegue el momento
que, como la esclavitud, sea abolido de la faz de la tierra.
Todo esto unido a
una oración constante a la Virgen para que ayude a España, a volver la mirada a
la belleza, al bien, al AMOR, que es la VIDA, el nacimiento de un niño que
llena de alegría los corazones, aunque conlleve sufrimiento. Madre del AMOR
HERMOSO, ayúdanos a decir siempre: SI A LA VIDA¡
ORACIÓN ECUMÉNICA
OH
Señor, a Ti confiamos la causa de la vida:
mira,
Padre el número inmenso de niños
a
quienes se impide nacer,
de
pobres a quienes se hace difícil vivir,
de
hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de
ancianos y enfermos muertos
a
causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz
que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con firmeza y amor
a
los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales
la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la
alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la
valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para
construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la
civilización de la verdad y del amor,
para
alabanza y gloria de tu Nombre.
Amén
ORACIÓN POR LA
VIDA
Oh María, aurora
del mundo nuevo,
Madre de los
vivientes,
a Ti confiamos
la causa de la vida:
mira Madre el
número inmenso de niños
a quienes se
impide nacer,
de pobres a
quienes se hace difícil vivir,
de hombres y
mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y
enfermos muertos
a causa de la
indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes
creen en tu hijo sepan anunciar
con firmeza y
amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de
la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de
testimoniarlo con solícita constancia,
para construir,
junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización
de la verdad y del amor,
para alabanza y
gloria de Dios Creador
y amante de la
vida.
Amén
Juan Pablo II
Encíclica:
Evangelium Vitae sobre el Valor y el Carácter Inviolable de la Vida Humana
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