Multitudinario adiós en Roma, a Chiara Corbella: la joven madre que prefirió ...
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Aparentemente parece que ha perdido la vida, pero en realidad la ha ganado. Y la vida buena, la que nunca muere ni sabe de tristezas, ni problemas, ni preocupaciones, ni de trabajos o esfuerzo. La vida gozosa en presencia del Padre. ¡Cuánto me gustaría estar en su pellejo!
En eso consiste el amor auténtico, y la máxima medida, pues amó tanto a su hijo Francesco que dio la vida por él. Se olvido de sí misma. No se acordó que estaba enferme, primaba primero la sERalud y la vida de su hijo. Ella no importaba. Dios proveería. Y así fue, Dios Padre se la llevó al Reino de los Cielo, al Paraíso eterno, porque ya había amado tanto que, por amor, llegó a la Casa del Padre.
Espero que esta historia real que a continuación enlazo nos sirva para tomar decisiones que sean en favor de la vida, porque es la vida lo que verdaderamente importa.
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